El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, reacciona a un plan antinarcos de EE.UU., afirmando que México espera respeto y no permitirá que violen su soberanía.
El secretario de Relaciones Exteriores, publicó este sábado en Twitter la respuesta que envió a través del diario norteamericano The Wall Street Journal a William Barr, exfiscal General de Estados Unidos, quien en un artículo publicado en el mismo periódico había acusado a México de ser un “santuario de grupos narcoterroristas” y se pronunció a favor del proyecto republicano para que el ejército estadounidense intervenga en el país para combatir a los cárteles de la droga.
“México nunca permitirá que su soberanía nacional sea violada. Somos un socio clave de Estados Unidos y debemos ser tratados con respeto”, sentenció Ebrard.
En su publicación, fechada el 6 de febrero, Barr llamó al Gobierno de Estados Unidos a realizar esfuerzos mucho más agresivos en México, luego del secuestro y muerte de ciudadanos estadounidenses en una ciudad mexicana a manos, presuntamente, del narco Cártel del Golfo.
Ebrard también consideró que ‘la voraz demanda de droga en Estados Unidos, junto con la amplia disponibilidad de armas estilo militar allá”, facilita a los cárteles mexicanos causar tanta violencia
Señaló también que Barr “desconoce” la historia reciente de México y que su propuesta generará más violencia y víctimas en ambos lados de la frontera. Esto en referencia a la cuestionada estrategia de seguridad del expresidente mexicano Felipe Calderón para combatir el narcotráfico, que causó miles de muertes.
“Necesitamos una política sobre drogas efectiva, ya que se debe detener el flujo ilegal de armas hacia México”, reclamó el máximo diplomático mexicano, planteando que “la cooperación es el mejor camino a seguir, no una estrategia irracional que impondría costos masivos a México y Estados Unidos”.
Ebrard confirma la postura de México, expresada ya por su presidente, Andrés Manuel López Obrador sobre el pretendido envío de fuerzas estadounidenses al territorio mexicano para combatir los narcocárteles. El mandatario, además de rechazar la propuesta, hecha en principio por congresistas estadounidenses republicanos, amenazó con movilizar a mexicanos e hispanos residentes en EE.UU. para que voten en contra del Partido Republicano.