Generales estadounidenses de alto rango lanzaron duras advertencias ante el Congreso sobre lo que describieron como una expansión «agresiva» de la influencia de China en Sudamérica y el Caribe, la cual invade los intereses de EE.UU. en la región.
China «tiene la capacidad y la intención de eludir las normas internacionales, promover su autoritarismo y acumular poder e influencia a expensas de estas democracias», declaró este miércoles la generala Laura Richardson, comandante del Mando Sur de Estados Unidos. «La RPC (República Popular de China) ha ampliado su capacidad para extraer recursos, establecer puertos, manipular gobiernos mediante prácticas de inversión depredadoras y construir potenciales instalaciones espaciales de doble uso, el mayor número de instalaciones espaciales en cualquier región de mando combatiente».
De hecho, Richardson y el general Glen VanHerck, comandante del Mando Norte de EE.UU., declararon ante la comisión de las Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes que la expansión de China ha incluido un mayor trabajo en la Iniciativa de la Franja y la Ruta, un enorme proyecto internacional de infraestructura que pretende expandir la influencia china por todo el mundo, así como la «coerción económica» en las Bahamas y la «inversión» en proyectos sudamericanos.
Tenemos que prestar más atención a esta región», dijo Richardson. «La proximidad importa. Están en la línea de 20 yardas (18 metros) de nuestra patria. Estamos en un barrio, son nuestros vecinos, y tenemos que prestarles atención».
Funcionarios estadounidenses han expresado preocupaciones similares sobre las actividades de China en otras regiones del mundo, incluida África, ya que Beijing busca competir con Washington no solo desde el punto de vista militar, sino también económicamente y en términos de poder blando.
Generales destacan la influencia china en México y las Bahamas
En el Caribe, China es «muy agresiva» en las Bahamas, dijo VanHerck, donde ha construido la embajada más grande del mundo con un embajador que «utiliza el espacio de información para socavarnos todos y cada uno de los días».
El general añadió que EE.UU. no ha tenido un embajador permanente en las Bahamas desde 2011, y el nombramiento de uno «ayudaría enormemente».
VanHerck también señaló que hay una inversión «significativa» de China en México, y que el 80% de las telecomunicaciones de México son proporcionadas por empresas chinas.
Richardson añadió que, aunque Estados Unidos también tiene «muchas inversiones» en Sudamérica, no las publicita lo suficiente. Y aunque muchos de esos países buscan contratos para grandes proyectos, dijo, solo ven «licitadores chinos y de la RPC», lo que les hace sentir que «no tienen más remedio» que trabajar con China.
Al mismo tiempo, sin embargo, Richardson dijo que las inversiones de China no benefician realmente a los países de la región y afirmó que Beijing se está «aprovechando» de las naciones sudamericanas empujándolas a una «trampa de deuda asociada a los múltiples préstamos» que les conceden.
«No invierten en el país (…). traen a sus propios trabajadores, obreros chinos, al país y construyen estos rascacielos. Así que la inversión no se ve en el país», afirmó.
Lo que demostró el globo derribado en las costas de EE.UU.
La comparecencia llegó en medio de las crecientes tensiones entre Estados Unidos y China tras el derribo de un globo de vigilancia chino frente a la costa de Carolina del Sur el mes pasado, y los informes de que China está considerando ayudar a Rusia en su guerra contra Ucrania.
Funcionarios chinos han negado las afirmaciones de que estén considerando proporcionar ayuda militar letal a Rusia, al tiempo que funcionarios estadounidenses han mantenido que China se enfrentaría a «costos reales» si siguieran adelante con el apoyo.
China también ha negado que el globo derribado frente a la costa estadounidense en el océano Atlántico fuera un globo de vigilancia. Pero el miércoles, VanHerck dijo que el hecho mostraba «una de las formas en que nuestros competidores nos apuntan cada día».
«Sinceramente, la discordia interna de este suceso mostró una de las formas en que nuestros competidores nos atacan cada día en el espacio de la información», dijo VanHerck, «y son cada vez más expertos en abrir brechas entre el pueblo estadounidense».