Las numerosas meteduras de pata de Biden continúan provocando ira e incredulidad entre los republicanos, quienes han argumentado en repetidas ocasiones que el demócrata, quien es el presidente de mayor edad en la historia de Estados Unidos, no está mentalmente capacitado para gobernar el país.
Jill Biden ha desestimado la reciente propuesta de la candidata presidencial republicana Nikki Haley de introducir pruebas de competencia mental para políticos mayores de 75 años como «ridícula».
Cuando se le preguntó a su esposo si consideraría someterse a una prueba de capacidad mental si fuera reelegido el próximo año durante una entrevista con un medio de comunicación de EE. UU., la Primera Dama de EE. UU. dijo: «Ni siquiera discutiríamos algo así».
La esposa de Joe Biden luego recordó su visita sorpresa a Kiev el mes pasado para reunirse con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky , y dijo que era una prueba de la resistencia y la aptitud del 46º presidente de Estados Unidos para estar al frente de su país.
«¿Cuántos jóvenes de 30 años podrían viajar a Polonia, subirse al tren, viajar nueve horas más, ir a Ucrania, reunirse con el presidente Zelensky? Entonces, miren al hombre. Miren lo que está haciendo [Joe Biden]. Mire lo que sigue haciendo todos los días, agregó la Primera Dama.
Haley planteó la propuesta de evaluar la competencia mental de los políticos mayores cuando anunció que se postularía para la nominación republicana de 2024 en febrero. Aparentemente se refería a Biden, de 80 años, el presidente de mayor edad en la historia de EE. UU., y al expresidente Donald Trump, de 76 años, quien antes volvió a lanzar su sombrero al ring presidencial.
Los comentarios de Jill Biden se producen cuando los internautas arremetieron contra el presidente número 46 haciendo otra afirmación no probada de que estuvo involucrado en el movimiento de derechos civiles cuando era joven.
La mayoría de los usuarios de Twitter criticaron a POTUS como un «mentiroso», escribiendo que «si Biden está hablando, está mintiendo» y que «¡Este tipo tiene un terrible problema con las mentiras!», entre otras publicaciones.
Las críticas siguieron a la visita del presidente estadounidense a Selma, Alabama, para conmemorar el 58 aniversario del «Domingo Sangriento». El 7 de marzo de 1965, una manifestación de derechos civiles de 600 personas en Selma terminó en violencia después de que los manifestantes fueran atacados y golpeados por policías estatales blancos y agentes del alguacil.
“Fui estudiante en el norte en el movimiento de derechos civiles. Recuerdo sentir lo culpable que era, [que] yo no estaba aquí. ¿Cómo podríamos estar todos ahí arriba y tú pasando por lo que pasaste?», afirmó Biden durante un discurso ante la multitud. Sin embargo, según los informes, no hay evidencia histórica para probar la afirmación del presidente número 46.
ha sido criticado repetidamente por sus frecuentes errores y gestos extraños que se suman a las especulaciones sobre su deterioro cognitivo, lo que genera preguntas de los conservadores sobre si es mentalmente capaz de dirigir el país.