Corea del Norte ha culpado a Estados Unidos por «el colapso de los sistemas internacionales de control de armas», siguiendo los planes de Washington de realizar ejercicios militares a gran escala con Seúl.
En un comunicado el sábado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Norte dijo que las armas nucleares de Pyongyang son una respuesta justa para garantizar la paz y la estabilidad en la Península Coreana, informó la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA).
«La península de Corea se está convirtiendo en el campo de prácticas de guerra y polvorín más grande del mundo debido a un esquema de expansión militar liderado por Estados Unidos y sus seguidores», dijo el ministerio.
La declaración condenó además las acumulaciones militares de Corea del Sur y Japón, diciendo que los dos países están cruzando una línea peligrosa y que esto no debe tolerarse.
El último acontecimiento se produjo un día después de que Washington y Seúl anunciaran que planean realizar ejercicios militares a gran escala del 13 al 23 de marzo para fortalecer la coordinación de seguridad contra Corea del Norte.
Las tensiones militares en la Península de Corea han aumentado considerablemente este año. Estados Unidos ha reanudado los juegos de guerra terrestres, navales y aéreos masivos con las fuerzas de Corea del Sur y Japón en la región, ya que prometieron considerar todas las opciones disponibles para contrarrestar lo que consideran una amenaza planteada por el Norte.
Corea del Norte considera que los ejercicios militares estadounidenses con Corea del Sur y Japón son medidas de provocación diseñadas para practicar una invasión.
El mes pasado, Pyongyang reiteró su condena de los ejercicios militares conjuntos en los que participaron Corea del Sur, Japón y Estados Unidos.
Los simulacros, dijo, habían alcanzado una «línea roja extrema» y amenazaban con convertir la Península de Corea en un «enorme arsenal de guerra y una zona de guerra más crítica».
Corea del Norte también ha defendido sus pruebas de misiles como una defensa legítima contra las amenazas militares planteadas por la coalición liderada por Estados Unidos.
Corea del Norte se tambalea bajo las duras sanciones de Estados Unidos y el Consejo de Seguridad de la ONU por sus programas nucleares y de misiles balísticos, que no le han impedido desarrollar sus capacidades militares como elemento disuasorio contra los movimientos hostiles liderados por Occidente.
Pyongyang sostiene que no tolerará la persistencia de los juegos de guerra liderados por Estados Unidos en la región, y subraya que continuará respondiendo a las maniobras militares conjuntas de sus adversarios realizando sus propios ejercicios y desarrollando todo tipo de armamento, incluidos misiles de largo alcance.