Según los informes, Washington planea detener las licencias de exportación a la empresa de tecnología.
El gobierno de EE. UU. está considerando anular las licencias existentes para que las empresas estadounidenses exporten artículos al gigante chino de telecomunicaciones Huawei Technologies, informó el martes el Wall Street Journal, citando sus fuentes.
Según el informe, la medida podría verse como un endurecimiento más amplio del comercio de tecnología por motivos de seguridad nacional.
“La política que había permitido las exportaciones a Huawei, a pesar de la inclusión en la lista de entidades, se está liquidando”, dijo un ex alto funcionario de seguridad anónimo familiarizado con el asunto. “La Casa Blanca ahora le está diciendo a Comercio: ‘Corten las ventas de 4G, ha llegado el momento de hacer más daño a Huawei, para tratar de terminar con su desaparición’”, afirmó.
Huawei ha estado sujeta a las restricciones estadounidenses a la exportación de artículos para 5G y otras tecnologías durante varios años, pero el Departamento de Comercio de EE. UU. ha otorgado licencias para que algunas empresas estadounidenses vendan ciertos productos y tecnologías a la firma china.
Sin embargo, recientemente, Washington indicó que estaba considerando no otorgar tales licencias de exportación a empresas como Qualcomm e Intel, que producen los chips necesarios para los teléfonos inteligentes y otros dispositivos.
Huawei se colocó en una lista negra comercial de EE. UU. en 2019, y la mayoría de los proveedores estadounidenses tenían prohibido enviar bienes y tecnología a la empresa a menos que se les otorgaran licencias. La medida tiene como objetivo cortar la capacidad de la empresa china para comprar o diseñar los chips semiconductores que alimentan la mayoría de sus productos.
Las tensiones entre EE. UU. y China, las dos economías más grandes del mundo, han ido en aumento a medida que compiten por el dominio en áreas tecnológicas clave, incluidos los semiconductores. En octubre, la administración de Biden reveló amplias restricciones a la capacidad de China para comprar semiconductores y equipos de fabricación de chips, colocando a las empresas del país en una lista para un mayor escrutinio.