La Asociación de Consumidores Federconsumatori ha hecho sonar la alarma sobre las crecientes dificultades financieras a las que se enfrentan las familias italianas. El observatorio nacional Federconsumatori descubrió que una de cada cuatro familias en Italia está luchando para hacer frente a la alta inflación y al aumento del costo de vida.
Esto, como la oficina de estadísticas, Istat, ha estimado un tímido regreso en la confianza del consumidor en febrero. Según Federconsumatori, un número cada vez mayor de italianos está renunciando a la calidad de los alimentos para ahorrar dinero.
Los precios en Italia aumentaron más del 8 por ciento interanual en 2022, saltando a su aumento más alto en 12 meses en casi 40 años, cuando se usaba la lira. Según ISTAT, la tasa de inflación anual de Italia registró una desaceleración en enero, cayendo al 10 por ciento desde el 11,6 por ciento en diciembre. Sin embargo, la situación se ha vuelto grave para muchos en el país.
Según los analistas, los altos precios de la energía han sido los principales impulsores de la mayor parte de esos aumentos, impulsados por los desafíos del suministro de energía que siguieron a la guerra entre Ucrania y Rusia.
La tasa de pobreza en las familias italianas aumentó durante el período 2020-2022. En 2021, unos dos millones de familias vivían en la pobreza absoluta, una cifra que supera los cinco millones y medio de personas y que está llamada a crecer.