Se dispara la pobreza energética oculta en España


La investigación detectó un menor confort en los hogares por temperatura inadecuada, así como el aumento del indicador de la pobreza energética oculta.

La pobreza energética oculta en España  ha elevado notablemente el número de hogares con temperaturas inadecuadas por temor al coste de la factura de electricidad y se calcula que alcance a 7 millones de personas, de acuerdo a datos de centros de estudios universitarios dados a conocer esta semana.

 

En 2021, más del 14 por ciento de las familias redujeron su consumo a costa de su confort o incluso de su salud, según un trabajo de la Universidad Pontificia de Comillas y de un informe del EPAH: “Energy Poverty National Indicators: Insights for a more effective measuring”.

De acuerdo al estudio, dos de las claves que explican el momento actual que atraviesan muchas personas proceden de dos indicadores subjetivos, como el retraso en los pagos de las facturas y la temperatura que se pueden permitir en numerosos hogares.

De acuerdo con el informe, 4.5 millones de personas se están retrasando en el pago de las facturas energéticas y 6.7 millones no tienen su vivienda a una temperatura adecuada.

En el primer indicador no se han registrado grandes cambios respecto al año anterior, sin embargo, la comparación del segundo dato empeora muy significativamente.

En el año 2021 había 1.6 millones de personas más que se retrasaron en los pagos de sus facturas que en 2020 y el doble que el año 2019.

La investigación detectó un menor confort en los hogares por temperatura inadecuada, así como el aumento del indicador de la pobreza energética oculta.

El informe ha calculado dos indicadores: 2M y MIS. El primero de ellos identifica como hogares en pobreza energética a aquellos cuyo porcentaje de gasto en energía sobre sus ingresos netos es mayor que el doble de la media nacional.

El segundo utiliza el Salario Mínimo para identificar a estos hogares. Los datos obtenidos en el año 2021 indican que hay una ligera reducción en la incidencia de la pobreza energética por gasto desproporcionado con respecto al año 2020.

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