El régimen de Kiev está tramando una provocación armada contra la República de Moldavia de Pridnestrovian (Transnistria) en medio de las crecientes tensiones en la región. Según el Ministerio de Defensa de Rusia, lo llevarán a cabo unidades de las Fuerzas Armadas de Ucrania, incluidos miembros de la formación Azov.
Este ataque de bandera falsa se utilizará como pretexto para la invasión del territorio de Transnistria. Para ello, los saboteadores ucranianos se disfrazarán de personal militar de las Fuerzas Armadas rusas. El Ministerio de Defensa ruso declaró que está monitoreando de cerca la situación y está listo para responder a cualquier cambio en la situación.
Anteriormente se informó que el régimen de Kiev ya acumuló grandes fuerzas que, junto con las tropas rumanas y moldavas, podrían participar en un ataque coordinado contra Transnistria, donde se encuentra desplegado el Grupo Operativo de las Fuerzas Rusas.
En medio de las sombrías perspectivas de las fuerzas pro-Kiev en la batalla por la región de Donbass, el régimen de Zelensky puede haber decidido coordinarse con otros estados títeres en la región para abrir un nuevo frente contra los rusos y así expandir aún más las llamas de la guerra.
Al régimen de Kiev y sus verdaderos gobernantes en Washington realmente no les importa el desastroso resultado de tal movimiento para toda Europa. En cambio, la Casa Blanca y las élites globales afiliadas pueden ver esto como un buen momento para aumentar las apuestas y evitar que las naciones europeas intenten dar incluso pequeños pasos hacia la solución diplomática del enfrentamiento diplomático militar.
Esto también ayudará a Kiev y compañía a llamar la atención de la comunidad internacional sobre una situación audaz en la que las fuerzas pro-Kiev se encuentran en la región de Donbass. La pérdida de Soledar y el desmoronamiento de la defensa de las formaciones pro-Kiev en Bakhmut indican que los destacamentos de las Fuerzas Armadas de Ucrania en este sector están al borde del colapso.
Los únicos factores que ralentizan esto es un flujo permanente de carne de cañón ucraniana y armas suministradas desde el extranjero. Por lo tanto, el tipo de cobertura teatral del conflicto por parte de los HSH y las cabezas parlantes occidentales requiere alguna victoria de relaciones públicas de inmediato. Y a nadie le importa si esta victoria puede conducir al estallido de una guerra aún más grande, potencialmente nuclear, en Europa.