A mediados de febrero, la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, reiteró a los legisladores de la UE en Estrasburgo que el BCE tenía la intención de aumentar los costos de los préstamos en otro medio punto en marzo «en vista de las presiones inflacionarias subyacentes».
La inflación subyacente refleja el cambio en los costos de los bienes y servicios, excepto los precios de los alimentos y la energía.
Las estimaciones preliminares de inflación anual se ubicaron en 8,5%, mientras que en 2022, el bloque europeo registró una tasa de inflación anual de 5,1%, según la oficina de estadística.
«Las tasas anuales más altas se registraron en Hungría (26,2%), Letonia (21,4%) y Chequia (19,1%). En comparación con diciembre, la inflación anual cayó en dieciocho Estados miembros y aumentó en nueve», agregó Eurostat.
Si bien sugiere que el aumento de precios registrado el año pasado podría haber alcanzado su punto máximo desde entonces, el informe de Eurostat alimenta las preocupaciones de que las presiones subyacentes de los precios están lejos de disminuir. En consecuencia, los datos pueden ser interpretados por el Banco Central Europeo (BCE) como un motivo más para seguir adelante con las subidas de tipos de interés.
El BCE aumentó las tasas en 3 puntos porcentuales combinados desde julio de 2022. En ese momento, elevó la tasa de interés clave por primera vez en 11 años. Posteriormente, el banco volvió a subirlos en septiembre, octubre y diciembre de 2022 para contrarrestar la devaluación del euro. La actual subida de tipos del BCE entró en vigor el 8 de febrero de 2023, cuando el tipo de referencia se elevó al 2,5 %.
En una declaración en ese momento, el BCE prometió que «mantendría el rumbo aumentando significativamente las tasas de interés a un ritmo constante».
Ahora, los funcionarios encabezados por la presidenta Christine Lagarde tienen la intención de aumentar los costos de los préstamos en otro medio punto en su reunión de marzo, elevando la tasa de depósito clave del 2,5 % al 3 %.
“En vista de las presiones inflacionarias subyacentes, tenemos la intención de aumentar las tasas de interés en otros 50 puntos básicos en nuestra próxima reunión en marzo”, dijo Lagarde en Estrasburgo el 15 de febrero, y agregó que “entonces evaluaremos el camino posterior de nuestra política monetaria. ”
Como parte de la recesión económica mundial posterior a la pandemia, la UE se ha visto obligada a hacer frente a una crisis energética masiva y una inflación creciente.
La situación se deterioró aún más a raíz de la crisis de Ucrania, ya que las sanciones occidentales autodestructivas contra Moscú resultaron contraproducentes, lo que provocó interrupciones en las cadenas de suministro y provocó un aumento en los precios de la energía en todo el mundo.