La Guardia Fronteriza de Irán ha incautado un barco con más de 5000 armas blancas de producción estadounidense, incluidos machetes y espadas, en el Golfo Pérsico.
“Una embarcación con más de 5000 armas blancas de contrabando, incluidos machetes y espadas, de fabricación estadounidense, ha sido confiscada en la provincia de Bushehr [en las costas del Golfo Pérsico]”, ha anunciado este martes el comandante de la Guardia Fronteriza de Irán, el general de brigada Ahmad Ali Gudarzi.
Ha agregado que la Guardia Fronteriza iraní también confiscó más de 3000 rifles de asalto de distintos calibres en los últimos cuatro meses en enfrentamientos con bandidos armados en las zonas fronteras del país.
El alto mando castrense ha resaltado los logros de este conjunto militar en la lucha contra el contrabando de armas, combustible y drogas en el país. “La Guardia Fronteriza de la República Islámica ha incautado 60 toneladas de drogas en lo que va del año [del calendario iraní que inició el 21 de marzo de 2022] y, además, ha confiscado un total de 2 millones de litros de combustible de contrabando en las últimas 24 horas en las aguas de las provincias de Hormozgan y Bushehr”, ha detallado.
En cuanto a la seguridad marítimas del sur del país, el general de brigada Gudarzi ha hecho hincapié en que los países ribereños del Golfo Pérsico son los que deben ocuparse de la seguridad de esa estratégica zona, y ha dejado claro que “el Ejército terrorista de Estados Unidos” no está autorizado a navegar libremente en estas aguas.
“El Ejército terrorista estadounidense debe saber que las Fuerzas Armadas de la República Islámica son más poderosas que nunca y esto es muy tangible”, ha remarcado.
De acuerdo con el general, la seguridad reina en todos los 8755 kilómetros de las fronteras de Irán, cuyas fuerzas armadas vigilan todas las amenazas potenciales que pudiese afronta el país.
La República Islámica ha advertido siempre de que la seguridad del Golfo Pérsico y el estrecho de Ormuz es su línea roja, por lo que sus Fuerzas Armadas mantienen un monitoreo constante ante cualquier movimiento de buques enemigos en estas aguas cruciales.
Las autoridades iraníes han asegurado, además, que tienen el dedo en el gatillo para responder a las hostilidades de enemigos, aunque, recuerdan, la doctrina de defensa militar del país se basa completamente en la disuasión.