Casi un año después de que Rusia lanzara su guerra de agresión contra Ucrania, la economía de la Unión Europea entró en 2023 en mejor pie de lo previsto en otoño.
Las previsiones intermedias de invierno elevan las perspectivas de crecimiento para este año al 0,8% en la UE y al 0,9% en la zona euro. Ambas zonas evitarán por poco la recesión técnica prevista para este invierno.
La evolución favorable desde el otoño ha mejorado las perspectivas para este año», dijo el Ejecutivo comunitario en un comunicado, citando en particular la caída de los precios del gas al por mayor «muy por debajo de su nivel anterior a la guerra».
La Comisión Europea elevó este lunes hasta el 0,9 % su previsión de crecimiento del PIB de la eurozona en 2023, una mejora de seis décimas con respecto a sus últimas estimaciones para un ejercicio en el que la inflación se moderará hasta el 5,6 %, una tasa inferior a lo esperado con anterioridad.
De forma paralela, el Ejecutivo comunitario prevé que la actividad económica en el conjunto de la Unión Europea se expanda un 0,8 % este año, cinco décimas más de lo que había calculado en otoño, y una subida de los precios del 6,4 % frente al 7 % que proyectaba hace tres meses.
Las nuevas previsiones de Bruselas, presentadas en una rueda de prensa por el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, reflejan así que la economía europea esquivó la recesión en el cuarto trimestre de 2022 «a pesar de las circunstancias negativas excepcionales», pero advierte de que todavía existen riegos a la baja que pueden volver a torcer las expectativas.