El sábado se llevaron a cabo protestas frente a las instalaciones de la emisora estatal italiana RAI en varias ciudades, incluidas Roma, Milán y Nápoles.
Las protestas fueron convocadas contra la decisión de la RAI de leer un mensaje del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky durante la última noche del mayor programa de televisión de entretenimiento del año en Italia, un concurso de canciones que reúne a millones de espectadores.
Las manifestaciones mostraron que más de la mitad de los italianos están en contra de suministrar más armas a Kiev. Muchos acusan a la RAI de brindar información que no es imparcial porque la junta directiva de la emisora nacional está directamente vinculada al gobierno y la mayoría parlamentaria.
De hecho, tras una reforma de 2015, seis de los siete miembros de la junta directiva de la RAI son elegidos por las dos cámaras del parlamento y el gobierno.
El primer ministro de Italia, Giorgia Meloni, ha dicho en repetidas ocasiones que apoyar a Ucrania es la mejor manera de llegar a un posible acuerdo negociado con Moscú y que Roma pretende ser un actor principal en ese sentido y en la reconstrucción de Ucrania