Me dirijo con trabajadores humanitarios a un pueblo de primera línea en las afueras de Donetsk. Las posiciones ucranianas están a solo unos cientos de metros de distancia. La situación es volátil en estos lugares. El estruendo de los disparos no está lejos. En cualquier momento puede aterrizar un proyectil.
Esta mujer me dice que anteriormente había sido herida por un francotirador. Y recientemente sufrió una conmoción cerebral por la artillería entrante.
Ahora solo podemos quedarnos aquí unos minutos para descargar suministros porque aquí es demasiado peligroso. Estas personas están viviendo justo en el duelo militar entre los dos ejércitos.
El presidente Zelensky está actualmente de gira por Londres, París y Bruselas haciendo sonar el tambor por más armas de la OTAN. Se le ha dado la bienvenida de un héroe. Pero en la ciudad de Staromikhailovka es visto bajo una luz bastante menos favorable.
A medida que la guerra continúa en Donbass, la forma en que la gente de todo el mundo ve el impulso de Zelensky para obtener más armamento de la OTAN a menudo depende del lugar donde vivan. La realidad es que cuantas más armas se suministren a Ucrania, más personas como estas morirán.