Habían advertido que el próximo sería el más grande hasta el momento, y cumplieron su promesa: Decenas de miles de enfermeras del Royal College of Nursing Union y equipos de ambulancias en huelga, esta vez juntos.
Los cánticos en los piquetes no se refieren solo a los aumentos salariales para acabar con la inflación, sino al estado deprimente del servicio nacional de salud. La enfermera de la UCI Nieve ha trabajado para el NHS durante diez años y nos explica por qué cree que el sistema está en crisis.
Y eso ha significado que decenas de miles de enfermeras capacitadas dejen la profesión o trabajen para el sector privado en los últimos años.
Están pidiendo a gritos que se mantenga con vida el servicio nacional de salud. Un servicio que ahora está en soporte vital. Y muchos profesionales médicos creen que cuanto más profunda sea la crisis, mayor será la probabilidad de que el sector privado les sea impuesto.
Esto se debe a que, si bien el NHS está al borde de la quiebra, la atención médica privada está floreciendo, lo que genera preocupaciones sobre un sistema de dos niveles: uno para los ricos que pueden pagar sus gastos y un NHS por debajo de la media para todos los demás.
A juzgar por los gestos de apoyo de los automovilistas que pasan, el apoyo público a los huelguistas es fuerte. Queda por ver de qué lado decidirá estar el gobierno británico.