Los residentes de la UE, en particular los italianos, tienen dificultades para pagar la comida y otros servicios, y muchos dicen que su nivel de vida se ha reducido drásticamente debido al aumento de las tasas de interés del Banco Central Europeo.
La reciente decisión del Banco Central Europeo de subir los tipos de interés un 0,5% más ha arrojado a las familias italianas, así como a los pequeños y medianos empresarios, a las profundidades de la tristeza.
Los precios en Italia aumentaron un 8,1% interanual en 2022, alcanzando un máximo de 37 años. Ahora, los italianos se ven atrapados entre la espada y la pared. La tasa de inflación del país se había disparado hasta alrededor del 12% en los meses entre octubre y diciembre, una tendencia que también se observa en toda Europa.
Esto se debe al aumento vertiginoso de los precios de la energía y los alimentos vinculado principalmente al conflicto en Ucrania y al gasto de rearme relacionado en el que están involucrados todos los miembros del bloque.
La alta inflación, las facturas de energía altísimas están afectando con fuerza. Además de eso, los salarios promedio no han seguido el ritmo y no han subido durante años. Es realmente preocupante.
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Pero también es causado por el gobierno que ha lanzado paquetes de apoyo por valor de cientos de miles de millones de euros a las corporaciones y los ricos en los últimos años.
Sencillamente, fui a comprar comida al supermercado la semana pasada y los artículos que suelo comprar desde hace 30 años me costaron en cambio unos 50 euros.
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Aunque las tasas de inflación han registrado una clara disminución en toda Europa, Italia todavía se enfrenta a una inflación de dos dígitos, que se sitúa por encima del 10 %.
La última subida de tipos del Banco Central Europeo ha elevado al 3% el total de subidas de tipos de interés de los últimos seis meses. Se espera que el Consejo de Gobierno de la UE los eleve aún más el próximo mes.
Las reservas adoptadas por el BCE para frenar la inflación no parecen haber funcionado mucho hasta ahora. Los problemas que afectan a nuestra economía parecen ser más bien estructurales y esta situación ha hecho que los ciudadanos no sean empresas pierdan la confianza en una recuperación real.
Mehdi El Nemr, Periodista
Según una encuesta de unos 27.000 ciudadanos, encargada por el Parlamento Europeo, más de nueve de cada 10 europeos están muy preocupados por el aumento del coste de la vida.
El 40 % de las personas que viven en la UE sienten que ya tienen dificultades para pagar la comida y otros artículos básicos y casi uno de cada dos dice que su nivel de vida ha disminuido.
Pero lo más preocupante es que tampoco tienen muchas esperanzas para el futuro, ya que el 39 % dice que espera que el nivel de vida caiga aún más este año.
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