Alrededor de 20 mil enmiendas, la inmensa mayoría presentadas por la izquierda, esperan el lunes en Francia a la reforma de la jubilación en su llegada a la Asamblea Nacional, confirmaron hoy fuentes parlamentarias.
A la oposición en las calles al proyecto promovido por el Gobierno, se sumará a comienzos de la próxima semama la batalla en el Hemiciclo, donde el oficialismo perdió la mayoría absoluta en las elecciones legislativas de junio pasado, aunque pudiera contar con el apoyo de los conservadores en el Palacio Borbón.
La extensión de la edad legal de retiro de 62 a 64 años genera el mayor rechazo en suelo galo, lo cual explica que muchas de las enmiendas se centren en ese aspecto de la iniciativa, contra la cual los sindicatos organizaron multitudinarias marchas y huelgas el 19 y el 31 de enero, y ya anunciaron nuevas protestas este mes.
La Francia Insumisa introdujo 13 mil de los cambios, dos mil 300 los ecologistas, mil 400 los socialistas y mil 160 los comunistas, de acuerdo con fuentes citadas por la prensa aquí.
Dentro del oficialismo, el partido gobernante Renacimiento presentó 400 y sus aliados MoDem y Horizontes menos de 200 entre los dos, mientras Los Republicanos (conservadores) mil 250 y Agrupación Nacional (extrema derecha) 200.
La cantidad de enmiendas, aunque está lejos de ser un récord en la Asamblea, hace casi imposible que se cumpla el calendario de debates en la cámara baja, del 6 al 17 de febrero, antes de la entrada del texto en el Senado.
El rechazo a la reforma en Francia es amplio, no solo por las manifestaciones, ya que también las encuestas reflejan el malestar de hasta siete de cada 10 personas.
Sin embargo, el Gobierno insiste en que urge su proyecto, en aras de garantizar el equilibrio financiero en el sistema de retiro.