Rusia recordó el 80º aniversario de victoria soviética en Stalingrado, en la que Vladimir Putin comparó la II Guerra Mundial con invasión rusa de Ucrania, afirmando que «estamos de nuevo amenazados por tanques alemanes».
Las celebraciones se producen en un momento de encarnizados combates entre fuerzas rusas y soldados ucranianos en la antigua república soviética, escenario desde hace casi un año de una «ofensiva rusa» lanzada, según el Kremlin, para «desmilitarizar» y «desnazificar» el país vecino.
Este 2 de febrero, frente a militares cubiertos de medallas y oficiales congregados en Volgogrado (suroeste), antaño llamada Stalingrado, Putin volvió a comparar la resistencia contra Hitler con la ofensiva rusa en Ucrania. «Es increíble, pero estamos de nuevo amenazados por tanques alemanes», declaró el presidente ruso, equiparando los Panzer de Hitler con los blindados Leopard 2 de fabricación alemana, que varios países occidentales prometieron suministrar a Kiev.
«Una vez más, los sucesores de Hitler quieren enfrentarse a Rusia en el suelo de Ucrania, usando a ‘banderovtsis'», agregó, en referencia a los partidarios del dirigente ultranacionalista Stepan Bandera (1909-1959), que colaboró con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
«Instrumentalización” de la Historia
Según sus detractores, Vladimir Putin instrumentaliza la Historia para justificar sus políticas, aún a costa de glorificar el poderío de la Unión Soviética y de restar importancia a sus crímenes.
La batalla de Stalingrado (1942-1943), considerada una de las más sangrientas de la historia, con cerca de dos millones de muertos entre ambos bandos, cambió el curso del conflicto en la Unión Soviética, desmoralizada tras varias derrotas. El simbolismo de aquella victoria aumenta a medida que se acerca el primer aniversario del lanzamiento de la «operación rusa” en Ucrania, el 24 de febrero de 2022.
Desde la caída de la Unión Soviética, las autoridades rusas mantienen una postura ambivalente hacia Stalin. Está condenado oficialmente por el terror de Estado que orquestó en los años 1930 y hasta su muerte, en 1953, pero sigue enterrado frente al Kremlin, en la Plaza Roja, y muchos rusos lo siguen venerado por su papel en la derrota de la Alemania nazi a manos de la Unión Soviética.
El 2 de febrero de 1943, las tropas del mariscal de campo alemán Friedrich von Paulus se rindieron, rodeadas por el Ejército Rojo, la primera rendición del ejército nazi desde el comienzo de la guerra: