Un globo espía chino en territorio continental de EE.UU. hace sonar alarmas del Pentágono, incluso Biden y altos mandos militares tuvieron reuniones de emergencia.
El Pentágono informó el jueves de que el Ejército ha estado monitoreando los movimientos de una herramienta de vigilancia china, al parecer un globo espía, que ha sobrevolado “a gran altura sobre el territorio continental de Estados Unidos”.
El aviso llegó por medio del portavoz del Pentágono, el general Pat Ryder, en un comunicado. La presencia de este artilugio “no representa una amenaza militar o física para la gente en tierra”, explicó para después asegurar que las autoridades han tomado precauciones para que el aparato no pueda recolectar información sensible.
La Casa Blanca fue informada de inmediato y el presidente estadounidense, Joe Biden pidió a los mandos militares que le presentaran las posibles opciones. A su vez, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, de visita en Filipinas, convocó una reunión de altos mandos militares para lidiar con la situación.
Tal y como comentó una fuente dentro del Pentágono, las fuerzas estadounidenses tienen aviones tripulados vigilando el globo, supuestamente iban a derribarlo, mientras que sobrevolaba Billings, Montana, aunque no se llegó a concretar. Lo que sí causó sorpresa fue que se suspendieron los vuelos civiles en la zona.
¿Cómo llegó globo espía a EE.UU. y qué peligroso es?
El artefacto fue detectado el miércoles sobre Billings, Montana, y las fuentes citadas consideran que habría volado sobre las islas Aleutianas (Alaska), ubicadas en el estrecho de Bering, Canadá, y desde allí a territorio estadounidense, recientemente ha estado en Montana, área que acoge varios silos de armamento nuclear.
El globo espía carece de tecnología avanzada y la potencialidad para recoger información sensible es poca, conforme a funcionarios norteamericanos, bajo condición de anonimato.
No obstante, la trayectoria del aparato es meticulosamente vigilada. “Sabemos exactamente dónde está, por dónde pasa y estamos dando pasos para estar especialmente alerta para mitigar cualquier riesgo proveniente de inteligencia extranjera”, prosiguió Ryder en el comunicado.
Se desconoce si este evento empañará la visita del secretario de Estado, Antony Blinken, a Pekín, capital china, este fin de semana para para tratar de reducir tensiones. Blinken será el primer alto funcionario estadounidense que visite el país desde 2018, cuando las relaciones entre ambos se agravaron por la guerra comercial impulsada por la entonces Administración del presidente Donald Trump.
Washington considera a China su principal amenaza de seguridad, y ha dado pasos para reforzar la presencia militar estadounidense en la región de Indo-Pacífico, con el objetivo de contrarrestar la modernización ‘del Ejército chino.
Por otro lado, los dos rivales pugnan en una serie de asuntos espinosos como la competencia tecnológica y comercial, la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, los asuntos relacionados con Hong Kong, Taiwán y el mar de la China Meridional.