Alrededor de 300,000 docentes se unirán al paro por el que 23.400 escuelas se verán obligadas a cerrar.
La organización gremial de profesores más grande de Reino Unido, Sindicato Nacional de Educación (NEU), convocó a una huelga para este miércoles para exigir un aumento salarial que permita enfrentar la creciente inflación que afecta a la nación británica.
Medios nacionales calculan que alrededor de 300,000 profesores se unirán al paro por el que 23.400 escuelas en Inglaterra y Gales se verán obligadas a cerrar dejando a más de 4 millones de alumnos sin clases.
La medida de fuerza constituye la primera de las cuatro planificadas para los meses de febrero y marzo cuando la inflación que supera el 10 por ciento ha provocado un recorte salarial en los profesores del 23 por ciento en términos reales desde 2010.
En este sentido, los docentes exigen un aumento financiado por el Estado con el objetivo de que las escuelas puedan también invertir en otros gastos necesarios para impartir las clases como los libros de texto.
La secretaria de educación, Gillian Keegan, señaló el mes pasado que solo serían asignadas 2.000 millones de libras esterlinas para escuelas británicas en los próximos dos años, lo cual supone un aumento del 5 por ciento, pero que aún no satisface las demandas.
Por su parte, el secretario general del Sindicato de Universidades y Colegios (UCU), Jo Grady, apuntó los profesores solo volverán a trabajar “si los rectores universitarios utilizan la gran riqueza del sector para abordar más de una década de caída salarial, prácticas de empleo inseguras rampantes y devastadores recortes de pensiones. La elección es de ellos”.
En consonancia, la secretaria general adjunta del NEU, Mary Bousted, denunció que las huelgas salariales exponen el deterioro del sistema educativo británico ante los recortes de fondos al afirmar que “estamos desenmascarando lo que ha estado sucediendo, que es un servicio que está de rodillas”.