Más de un millón doscientos mil manifestantes participan en las protestas contra la reforma de las pensiones en Francia.
A sus 35 años, Mylène está lejos de la jubilación. Y, sin embargo, se ha manifestado por primera vez en su vida en contra de la ampliación del periodo de cotización en Francia.
Es el caso de muchos jóvenes franceses, que se incorporan al mercado laboral más tarde que sus mayores. Mylène se siente aún más desprotegida como mujer.
«Como mujer, básicamente estamos obligadas a coger la baja por maternidad si tenemos hijos. Estamos obligadas a interrumpir nuestra carrera. Cuando retomamos nuestra actividad, no trabajamos a tiempo completo, sino a tiempo parcial. Esto repercutirá en nuestra jubilación más adelante. Si se aprueba esta reforma, no podremos volver atrás. Es ahora o nunca», destaca Myléne.
Mientras la plaza de Italia de París se llena de manifestantes, Mylène se une a su amigo Benjamin, que lamenta no tener muchas expectativas respecto a su pensión. Pero quiere que le escuchen.
Protesto para decirle al Gobierno que estoy harto de todas estas reformas que intentan hacer. En mi opinión, están intentando acabar con los servicios públicos», apunta Bejamin.
Emmanuel Macron y su Gobierno afirman que esta reforma es «esencial» para «salvar el sistema de pensiones francés». Un argumento que no convence a los manifestantes.
«El objetivo de toda esta movilización es simplemente poner fin a esta reforma. Creo que vamos a tener que hacer muchas manifestaciones, porque parece que no nos escuchan. De modo que llevará tiempo. Pero sigo creyendo que es posible», añade Myléne.
La movilización de los jóvenes será una de las claves de este movimiento de protesta. Por el momento es difícil de cuantificar. Sin embargo, los sondeos son claros: la gran mayoría de los trabajadores sigue oponiéndose a esta reforma.