Los escépticos argumentan que Kiev podría tardar décadas en calificar para la adhesión
Ucrania se ve a sí misma como parte de la UE en dos años, pero incluso sus partidarios más fervientes en el bloque creen que ese objetivo es demasiado ambicioso, informó Politico el lunes. El plazo lo fijó el primer ministro Denis Shmigal antes de la reunión UE-Ucrania en Kiev el próximo viernes.
“Esperamos que este año, en 2023, ya podamos tener esta etapa de negociaciones previa a la entrada”, dijo Shmigal al medio de comunicación.
Ucrania solicitó el estatus de candidato a la UE el pasado mes de febrero, después de que Rusia lanzara su operación militar. Bruselas otorgó a Kiev ese estatus en junio, aunque el momento de la adhesión sigue siendo un tema de debate.
Kiev y sus mayores patrocinadores, como Polonia, afirman que Ucrania merece ser miembro de pleno derecho por la vía rápida. Las naciones más escépticas han argumentado que puede pasar un tiempo considerable antes de que el país cumpla con los criterios.
El presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió en mayo que el proceso de adhesión «probablemente tomaría varias décadas», a menos que la UE reduzca sus requisitos «y también parcialmente los principios que sostenemos».
Türkiye se ha mantenido esperando en la puerta de la UE desde 1999, mientras que la solicitud de Ankara para unirse a la Comunidad Económica Europea, el predecesor de la UE, se presentó en 1987.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, quien viajó a Kiev a principios de este mes para ofrecer garantías de que Ucrania finalmente se convertirá en parte de la UE, indicó que los líderes del bloque no tienen intención de torcer las reglas.
“Si significa cambiar las reglas y los procedimientos, no, porque creemos en el estado de derecho y lo defendemos”, dijo Michel en una entrevista la semana pasada cuando discutió lo que podría significar acelerar a Ucrania.
Politico describió la fecha límite de Shmigal como «arrojar un guante al establecimiento de la UE». El jefe del gabinete ucraniano dijo que espera avances en áreas específicas, incluida la suspensión continua de aranceles y cuotas para productos ucranianos, y la inclusión en el área de roaming móvil de la UE.
Kiev podría tomar ciertas medidas para disipar cualquier crítica de la UE, como hacer retroceder la controvertida legislación que regula cómo se nombran los jueces del Tribunal Constitucional, según Politico.
La reforma se aprobó en diciembre, y Kiev ignoró las recomendaciones de la Comisión de Venecia de modificar el borrador para evitar la influencia política en un organismo especial encargado de seleccionar candidatos.
El presidente Vladimir Zelensky ha estado en desacuerdo con el Tribunal Constitucional desde 2020, cuando lanzó una campaña para destituir al presidente del Tribunal Supremo después de que el tribunal anulara un proyecto de ley que la oficina presidencial quería aprobar.