El canciller ruso, Sergey Lavrov, ratificó durante su visita a Eritrea el compromiso de Rusia con sus obligaciones relativas a la exportación de alimentos a países africanos necesitados, incluidas las derivadas de los acuerdos negociados con la participación de Naciones Unidas, la Federación Rusa dijo Cancillería.
Esta semana, Lavrov viajó a Sudáfrica, Eswatini, Angola y Eritrea, que fue el último país de su gira por el África subsahariana. La visita fue la primera a nivel de ministros de Relaciones Exteriores desde el establecimiento de relaciones diplomáticas entre Rusia y Eritrea en 1993.
«Sergey Lavrov reafirmó el compromiso incondicional de Rusia de cumplir con todas sus obligaciones en virtud de los contratos de exportación para enviar suministros de alimentos críticos a los países africanos necesitados, incluso en el marco de los acuerdos de paquete alcanzados con la participación de la ONU», dijo el ministerio en un comunicado publicado el jueves. .
Lavrov informó a los líderes de Eritrea sobre los propósitos y objetivos de la operación militar especial de Moscú en Ucrania y discutió los preparativos para la próxima segunda cumbre Rusia-África, programada para julio en San Petersburgo.
La agenda de la cumbre incluirá los cuatro temas clave de alimentación, seguridad energética, atención médica e intercambio de tecnología, dijo el máximo diplomático ruso.
«Con respecto a la transferencia de tecnologías, será de especial importancia para los países africanos en términos de superar su dependencia de factores externos», dijo Lavrov.
En julio de 2022, Rusia, Ucrania, Turquía y las Naciones Unidas llegaron a un acuerdo para proporcionar un corredor marítimo humanitario para barcos con exportaciones de alimentos y fertilizantes desde los puertos ucranianos del Mar Negro.
Sin embargo, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha dicho repetidamente que la mayoría de los barcos que transportaban grano ucraniano no llegaron a los países más pobres del mundo y terminaron en Europa. Al mismo tiempo, Putin ha expresado su preocupación de que los productos rusos no ingresen a los mercados globales como se prometió en el acuerdo.