Debido a un aumento en las infecciones respiratorias, los departamentos de emergencia de los hospitales en muchos países de la UE se encuentran actualmente desbordados. Cientos de medicamentos para tratar enfermedades relacionadas con el invierno no están disponibles en la mayoría de las 27 naciones del bloque. La crisis se ha planteado en el Parlamento Europeo.
La inflación de la UE es muy alta debido a las sanciones energéticas contra Rusia. La producción de medicamentos en el bloque se ha desplomado debido al aumento de los costos de fabricación asociados con la inflación. China es un importante proveedor, pero las relaciones entre Bruselas y Pekín se han deteriorado.
Los críticos dicen que como resultado de seguir la política exterior de EE. UU., los líderes de la UE han creado una nueva crisis de salud al poner en peligro las cadenas de suministro globales. Un número creciente de trabajadores sanitarios de la UE se ven obligados a quedarse en casa después de enfermarse.
Los expertos dicen que los estándares en los servicios de salud en la UE varían mucho. Las estadísticas muestran que una persona en cuidados intensivos con COVID-19 en Luxemburgo tiene un 65 por ciento de posibilidades de supervivencia. En la nación compañera de la UE, Rumania, es solo el 25 por ciento.
Hay advertencias de que la emergencia sanitaria actual podría empeorar aún más.
Rusia se encargó de transportar equipos médicos de emergencia a Italia cuando el COVID-19 golpeó por primera vez a Europa. Es el tipo de cooperación que es poco probable que volvamos a ver pronto.