El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, apoya la iniciativa de sus pares de Argentina y Brasil para crear una moneda común en Latinoamérica y el Caribe.
“Hoy, el presidente (brasileño) Lula da Silva y el presidente (argentino) Alberto Fernández anunciaron que van a dar paso para la creación de una moneda común de Suramérica. Yo anuncio que Venezuela está preparada y apoyamos la iniciativa de crear una moneda latinoamericana y caribeña”, ha señalado este lunes Maduro.
Durante un acto multitudinario para conmemorar los 65 años del fin de la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez, el presidente venezolano ha puesto de relieve que la propuesta, defendida durante la jornada por sus homólogos de Brasil y Argentina, apunta a la unidad de la región.
Al respecto, ha subrayado que este proyecto afianza la “independencia, unión y liberación de América Latina y el Caribe”, por lo que ha respaldado la iniciativa de una moneda común para transacciones comerciales que permita dejar de depender del dólar, como afirmaron Lula y Fernández.
El mandatario venezolano, que no asistirá a la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), a realizarse el martes 24 de enero en Buenos Aires, capital de Argentina, tras conocerse un plan de agresión contra la delegación presidencial, envió “un saludo de unión y de liberación a los pueblos” que integran el foro regional.
Durante el acto, el jefe de Estado recibió en la sede de Gobierno a miles de venezolanos que marcharon contra el bloqueo a su país, así como contra la imposición unilateral de medidas coercitivas impuestas por EE.UU. y la Unión Europea que afectan a la nación venezolana.
Más temprano en el día, el diario Financial Times, informó que Argentina y Brasil revelarán esta semana el inicio de los trabajos para lanzar la moneda única “sur”, que marcaría la segunda unión monetaria más importante del mundo.
En reiteradas ocasiones, el mandatario venezolano ha rechazado las medidas coercitivas de Occidente, encabezado por EE.UU., que utiliza el dólar para agredir a países independientes.