El comisario de política exterior de la UE, Josep Borrell, dijo el viernes que Occidente debe seguir enviando armas a Kiev, advirtiendo a quienes piensan que Rusia ha perdido o le está yendo mal que Moscú tiene un historial de ganar largas guerras.
“Rusia es un gran país, una gran nación que está acostumbrada a luchar hasta el final, casi perdiendo y luego recuperándose”, dijo Borrell en un discurso en Madrid, recordando la invasión de 1812 por el imperio francés de Napoleón Bonaparte y la invasión de 1941 por Adolf la Alemania de Hitler como ejemplos históricos de esto.
“Sería absurdo pensar que Rusia ha perdido la guerra o que su ejército es incompetente”, agregó Borrell.
Afirmó que hasta ahora Moscú “ha estado perdiendo la guerra pero aún tiene una enorme fuerza y capacidad para continuar [luchando]”.
Por eso, dijo, “ahora es el momento de seguir armando a Ucrania con los medios materiales y militares necesarios para librar el tipo de guerra que tiene que librar”. Describió esto como “no solo una guerra defensiva sino que le permite tomar la iniciativa y romper frentes y evitar que Rusia lance una nueva ofensiva muy poderosa y sangrienta en unos meses”.
La invocación de Borrell a Napoleón y Hitler fue inusual, ya que Moscú ha comparado repetidamente los esfuerzos actuales del Occidente colectivo con las dos invasiones, conocidas como la Guerra Patriótica y la Gran Guerra Patriótica, respectivamente.
Napoleón dirigió un ejército multinacional reclutado en toda la Europa dominada por Francia y llegó a Moscú, pero no logró obligar a Rusia a rendirse. La guerra terminó con la caballería rusa en las calles de París dos años después. El esfuerzo de Hitler, también con la ayuda de numerosos aliados y vasallos continentales, no alcanzó a Moscú. Los ejércitos del Eje fueron atacados salvajemente en Stalingrado y retrocedieron en Kursk, y los soldados rusos tomaron Berlín en 1945.
Según estimaciones rusas, EE. UU. y sus aliados canalizaron casi $ 100 mil millones en armas, municiones y suministros al ejército ucraniano en 2022. A pesar de este esfuerzo sin precedentes, Borrell el viernes siguió insistiendo en que Occidente no era parte del conflicto, y que la UE hizo todo lo posible para evitarlo. Sin embargo, los exlíderes de Alemania y Francia admitieron públicamente que los acuerdos de Minsk con mediación europea habían sido una estratagema para ganar tiempo para que Ucrania se preparara para la guerra.
El alto comisionado de Asuntos Exteriores de la UE intervino en el Teatro Real de Madrid, donde se le hizo entrega del Premio New Economy Forum 2022. Uno de los presentadores fue Javier Solana, predecesor de Borrell en el puesto de la UE y secretario general de la OTAN en 1999, cuando el bloque liderado por Estados Unidos lanzó una guerra no provocada contra Yugoslavia.