Los sindicatos franceses se preparan para la huelga general que, se espera, tenga una asistencia multitudinaria y paralice el país este jueves. El marte cientos de personas recorrieron el centro de Marsella para mostrar su rechazo a la reforma del sistema de pensiones impulsada por el Gobierno.
Una reforma que retrasa la edad de jubilación de los 62 a los 64 años, además elimina la mayoría de los regímenes especiales actuales. La primera ministra francesa, Elisabeth Borne, aseguró ante la Asamblea Nacional que no queda otra alternativa que llevarla a cabo:»El número de trabajadores en comparación con el número de pensionistas está disminuyendo. En 2005, había dos trabajadores por cada pensionista. Hoy hay 1,7 y mañana 1,5. Por tanto, debemos restablecer el equilibrio de nuestro sistema de pensiones».
La izquierda se opone frontalmente a la iniciativa del Gobierno busca el apoyo de la derecha y recuerda que estaba en el programa electoral con el que fue elegido y reelegido presidente, Emmanuel Macron.