El gobierno ruso denunció hoy que el Servicio de Seguridad ucraniano planea, como nueva provocación, atentar contra un almacén de granos en Járkov, para culpar a Rusia por la escasez de alimentos en Ucrania.
Según los órganos especializados rusos, las unidades ucranianas han minado un granero en la región de Járkov para, después de su explosión, acusar a Rusia de destruir deliberadamente las reservas de grano en Ucrania, de provocar hambruna y de sabotear así el pacto alimentario.
Especialistas en instalación de minas y hasta 30 agentes del servicio de seguridad de Ucrania llegaron a la región de Járkov para preparar la provocación, afirma la nota, divulgada este domingo por la agencia de noticias Sputnik.
Según el texto, la acción planeada será presentada en los informes de los medios occidentales como «otra atrocidad de las tropas rusas», que requiere una «respuesta dura de la comunidad mundial».
Tras los fracasos militares del Ejército ucraniano y en vísperas de la reunión de los ministros de Defensa de la Organización para el Tratado del Atlántico Norte, en Ramstein, Alemania el 20 de enero, las autoridades de Kiev intentan aumentar la presión sobre la opinión pública de los países occidentales.
El objetivo más amplio de la provocación es ejercer una presión adicional sobre las naciones europeas y Estados Unidos con el fin de asegurar más suministros de armas para Kiev, agrega la información