El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, le transmitió al presidente estadounidense, Joe Biden, la intención de Tokio de adquirir misiles de crucero Tomahawk como parte de un paquete de medidas para fortalecer las capacidades de contraataque desde el territorio nipón.
«Japón y Estados Unidos se encuentran en un entorno de seguridad difícil y desafiante sin precedentes», afirmó el mandatario japonés este viernes, citado por la agencia Kyodo, durante su visita a Washington, comprometiéndose a desarrollar las capacidades de defensa de su país.
En diciembre pasado Tokio aprobó una nueva estrategia de seguridad nacional con el fin de disuadir posibles ataques a su territorio en medio de crecientes tensiones en la región de Asia-Pacífico. En ese contexto el Gobierno japonés decidió prácticamente duplicar el gasto en defensa en los próximos cinco años, asignando 1.650 millones de dólares en el presupuesto 2023 para adquirir misiles Tomahawk, de fabricación estadounidense.