La Yihad Islámica reivindicó un ataque contra “las fuerzas de ocupación que llevaban a cabo una cobarde operación de asalto” en Cisjordania, que derivó en un enfrentamiento.
Dos combatientes palestinos del movimiento Yihad Islámica, considerado terrorista por la Unión Europea, murieron este sábado (14.01.2023) por la mañana en un enfrentamiento con soldados israelíes que realizaban una incursión en Cisjordania ocupada. Los dos hombres, de 23 y 24 años, perdieron la vida por «balas de la ocupación israelí, en una agresión contra la ciudad de Jaba, al sur de Yenín», escribió el Ministerio de Salud palestino.
El brazo militar de la Yihad Islámica lamentó en un comunicado la muerte de «sus heroicos mártires», que murieron tratando de interponerse ante las «fuerzas de ocupación mientras llevaban a cabo una cobarde operación de asalto». Los fallecidos fueron identificados como Izz Eddin Basem Hamamreh, de 24 años, y Amjad Adnan Khalilieh, de 23.
El Ejército israelí informó que sus tropas estaban llevando a cabo «actividades antiterroristas» cuando «sospechosos abrieron fuego contra ellas desde un vehículo en movimiento». Ante esto, detalló un portavoz militar, los soldados dispararon. Luego revisaron el vehículo y hallaron un fusil M-16. Solo en lo que va de 2023, el espiral de violencia que afecta a la región ha dejado doce palestinos muertos, tres de ellos mejores de edad.
Otro deceso
Además de estos dos jóvenes, un tercer palestino murió esta jornada en Cisjordania debido a las heridas sufridas durante un enfrentamiento armado con soldados israelíes el 2 de enero pasado en el pueblo de Kfar Dan. La agencia oficial de noticias palestina WAFA lo identificó como Yazan Samer Jabari, de 19 años. Estos decesos siguen a las tres muertes registradas el jueves en el marco de una serie de redadas militares en distintos puntos de Cisjordania ocupada.
La violencia prevalece en la zona desde que Israel lanzó en marzo pasado su operación «Romper la ola» tras una serie de ataques mortales por parte de palestinos y árabes israelíes. Esa operación consiste en redadas cotidianas, casi siempre de noche y sobre todo en el área de Yenín y Nablus -bastiones de milicias palestinas-, que derivan en enfrentamientos armados y se saldan frecuentemente con muertes, muchas veces de civiles.
El año 2022 fue el más mortífero en Cisjordania desde el final de la Segunda Intifada (2000-2005). Según un recuento de la agencia de noticias AFP, el conflicto se cobró la vida de al menos 201 palestinos (150 de ellos en Cisjordania) y 26 israelíes en 2022.