Los analistas de la institución dicen que el mundo está ‘peligrosamente cerca’ de la recesión
El crecimiento de la economía global alcanzará solo el 1,7% en 2023, proyectó el Banco Mundial, recortando su perspectiva del año pasado a casi la mitad, citando un empeoramiento general de las condiciones económicas.
La institución con sede en Washington ha recortado casi todas sus proyecciones para las economías más avanzadas. En junio, sus analistas pronosticaron un crecimiento del 3% para este año.
La rebaja masiva fue el resultado de cambios drásticos en las expectativas del Banco Mundial sobre el crecimiento de la economía estadounidense. Ahora, se prevé que el PIB de EE. UU. aumente un 0,5 %, por debajo del pronóstico anterior del 2,4 %.
“Estados Unidos, la zona del euro y China están atravesando un período de debilidad pronunciada, y los efectos indirectos resultantes están exacerbando otros obstáculos que enfrentan las economías de mercados emergentes y en desarrollo”, dijo el Banco Mundial en su último informe , Perspectivas económicas mundiales.
La perspectiva de crecimiento de China también se redujo del 5,2 % al 4,3 %, mientras que se espera que Japón demuestre un crecimiento de solo el 1 %, frente al 1,3 % proyectado anteriormente. La institución de desarrollo internacional también recortó su perspectiva para Europa y Asia Central del 1,5% al 0,1%.
“El crecimiento global se ha desacelerado hasta el punto de que la economía global está peligrosamente cerca de caer en recesión”, dijeron los economistas del Banco Mundial, atribuyendo el lento crecimiento a un endurecimiento “inesperadamente rápido y sincrónico” de la política monetaria global.
Las estimaciones significarían “el tercer ritmo de crecimiento más débil en casi tres décadas, eclipsado solo por las recesiones globales causadas por la pandemia y la crisis financiera mundial”.
Los analistas del Banco Mundial destacaron que las políticas agresivas seguidas por los reguladores monetarios de todo el mundo han “contribuido a un empeoramiento significativo de las condiciones financieras mundiales, lo que está ejerciendo un lastre sustancial sobre la actividad”. Señalaron, sin embargo, que las tasas de interés clave aumentadas pueden haber sido necesarias para controlar la inflación galopante.