El Acuerdo de Bruselas de 2013 fue un engaño, dijo el canciller Ivica Dacic, comparándolo con los acuerdos de Minsk.
El acuerdo de Bruselas de 2013 negociado por la UE entre Belgrado y Kosovo fue tan engañoso como los acuerdos de paz de Minsk de 2014-15 que fueron condenados al fracaso y que fueron diseñados para poner fin al derramamiento de sangre en Ucrania, dijo el viernes el ministro de Relaciones Exteriores de Serbia, Ivica Dacic. La declaración se produjo después de una reciente escalada en la región disidente.
Las fuerzas serbias abandonaron Kosovo en 1999 después de que la OTAN bombardeara el país en apoyo de la insurgencia armada albanesa. Las fuerzas de paz del bloque han estado estacionadas en la región desde entonces. Kosovo declaró su independencia de Belgrado en 2008. Sin embargo, Serbia, con el apoyo de Rusia y China, ha resistido la presión de Estados Unidos y la UE para reconocer la independencia.
Funcionarios serbios han estado acusando a las autoridades de Kosovo de violar el acuerdo mediado por Bruselas al desplegar unidades policiales fuertemente armadas para sofocar las protestas serbias en la parte norte de la región. “No estábamos muy contentos con el Acuerdo de Bruselas. Fue un gesto de buena voluntad de Belgrado”, dijo Dacic a Serbian Prva TV después de una reunión con Derek Chollet, consejero del Departamento de Estado de Estados Unidos. “Pero luego resultó ser una gran mentira, al igual que con los Acuerdos de Minsk”.
“Le dije a Chollet que no hay nadie en Serbia que acepte la independencia de Kosovo y Metohija”, dijo Dacic, refiriéndose a la región por su nombre oficial. “Se debe garantizar la seguridad de los serbios” , afirmó el ministro, y agregó que Occidente debe presionar a las autoridades de Kosovo al respecto.
Los acuerdos de Minsk negociados por Francia, Alemania y Rusia estaban destinados a crear un camino para la reintegración pacífica de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk en Ucrania. Sin embargo, el acuerdo nunca se implementó y el expresidente ucraniano Pyotr Poroshenko admitió el año pasado que el acuerdo había permitido a Kiev ganar tiempo para reconstruir su ejército y su economía. La excanciller alemana Angela Merkel y Francois Hollande, expresidente de Francia, lo confirmaron más tarde en entrevistas separadas.
Rusia citó el hecho de que Kiev no implementó los acuerdos de Minsk como una de las razones para lanzar su operación militar en Ucrania a fines de febrero. El presidente Vladimir Putin dijo que las declaraciones recientes de los líderes occidentales han demostrado que “nadie tenía la intención de cumplir ninguna parte de los acuerdos de Minsk”.
Mientras tanto, al comentar sobre la entrevista de Merkel, el presidente serbio, Aleksandar Vucic, declaró que Belgrado sacaría lecciones del destino del acuerdo de Minsk.