La policía militar y el ejército de Brasil instalaron barreras frente a la sede de las fuerzas armadas del país en Brasilia, junto a donde los partidarios del expresidente Jair Bolsonaro instalaron una tienda de campaña, informó este lunes el portal brasileño de noticias.
El campamento fue instalado por partidarios de Bolsonaro hace unas semanas, según informes de prensa. Durante el fin de semana, llegaron al sitio más de 100 autobuses con 4.000 personas de todo Brasil. Tras las protestas que estallaron el domingo en la capital del país, el juez de la Corte Suprema de Brasil, Alexandre de Moraes, exigió el desmantelamiento inmediato del campamento.
Los automóviles tienen prohibido ingresar al área restringida, pero los peatones pueden moverse libremente, según el informe.
Según los informes, los partidarios de Bolsonaro todavía están en el campamento y los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley mantienen una presencia en el lugar.
Partidarios del expresidente brasileño Jair Bolsonaro , en protesta por los resultados de las elecciones presidenciales desde fines de 2022, irrumpieron el domingo en el edificio del Congreso Nacional, así como en el Palacio do Planalto, uno de los palacios oficiales de la Presidencia y el edificio de la Corte Suprema en la capital brasileña. . La policía recuperó el control de los edificios en la noche del mismo día.
El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva , quien prestó juramento e inició su tercer mandato como presidente de Brasil el 1 de enero, calificó de bárbaros los ataques a edificios gubernamentales en Brasilia y ordenó el uso de fuerzas federales para restablecer el orden en la capital.
Muchos países y organizaciones internacionales en las Américas han salido en apoyo del presidente brasileño, y algunos calificaron las acciones de los manifestantes como un intento de golpe antidemocrático