El gobierno francés lanzó hoy una consulta pública para promover un código de buena conducta de los influyentes (llamados influencers según anglicismo) en las redes sociales, en particular por su impacto en actividades comerciales.
En un video circulado en las redes, el ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, precisó que la campaña se extenderá hasta el 31 de enero para que los franceses opinen sobre las 11 medidas propuestas.
Millones de ustedes escuchan los criterios de quienes hacen recomendaciones en ámbitos como la moda, el deporte, la belleza y los viajes, entre otros, influyentes que juegan un papel en nuestra vida cotidiana y por tanto tienen una responsabilidad, afirmó.
De acuerdo con Le Maire, la inmensa mayoría de esas personas respeta las reglas, pero hay también estafas o algunos que olvidan decir que les pagan para promocionar un producto, un sitio o un viaje.
Son estas deficiencias, a veces estas trampas, las que queremos corregir con las regulaciones, dijo.
Las propuestas gubernamentales fijan derechos y obligaciones de los llamados más comúnmente influencers, así como temas de propiedad intelectual, protección del consumidor y gobernanza de la industria.