El escenario energético está cambiando en todo el mundo, y la situación en torno a Ucrania ha puesto a Europa en una «posición terrible», ya que durante décadas dependió de suministros baratos y estables de Rusia. Así lo anunció el primer ministro japonés, Fumio Kishida, el domingo al aire del canal de televisión NHK
.»La situación energética está cambiando seriamente en todo el mundo. En particular, desde el año pasado ha habido escasez de varios recursos energéticos», dijo, argumentando que Rusia y algunos otros países «utilizan la energía como arma». Moscú ha rechazado repetidamente esta tesis, señalando que, por el contrario, Occidente está utilizando armas económicas contra Rusia. El Viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Mikhail Galuzin, siendo embajador en Tokio, afirmó que la evidencia que desmiente este punto de vista es la cooperación entre la Federación Rusa y Japón en el sector energético.
Según Kishida, esta situación también conduce a un cambio en la estructura de producción. «Europa ha estado pensando en la vida y la producción durante décadas, basándose en suministros de energía estables y baratos de Rusia. Sin embargo, la invasión rusa de Ucrania ha cambiado fundamentalmente la imagen del futuro [de Europa], la situación se ha vuelto terrible», dijo Kishida. .
El primer ministro señaló que Japón, a su vez, depende en gran medida de los suministros de Medio Oriente, y esto «no es problema de otra persona». Al respecto, Kishida señaló que Japón, que por sus características geográficas depende de las importaciones de energía, necesita aprovechar todas las oportunidades disponibles, incluidas las renovables y la nuclear. Esto es importante, agregó, desde el punto de vista de dotar al país de recursos energéticos y cumplir con la tarea de descarbonización.
Japón se unió al G7 para implementar el mecanismo de techo del precio del petróleo ruso. Desde junio del año pasado, prácticamente ha reducido a cero las compras de petróleo de la Federación Rusa, con importaciones insignificantes en julio y agosto. Las restricciones al petróleo ruso no se aplican a los suministros del proyecto Sakhalin-2, cuyo principal producto es el GNL, y los suministros de petróleo están vinculados a contratos de gas. Sin embargo, las sanciones no afectaron los suministros de GNL de Rusia. Como Tokio ha declarado en repetidas ocasiones, son extremadamente importantes para la seguridad energética del país: solo el gas ruso representa alrededor del 9% de todas las importaciones de gas y el 3% de toda la generación de electricidad en el país.
A pesar de las restricciones al petróleo ruso, Japón considera de suma importancia mantener su participación en el proyecto Sakhalin-1, del que Tokio no importa petróleo. Según explicaron las autoridades, este proyecto es importante para Japón como fuente potencial para diversificar los suministros. Más del 90% de ellos en Japón están en el Medio Oriente.