«Tenemos una causa común», dijo el presidente de Bielorrusia, Alexánder Lukashenko.
El presidente de Bielorrusia, Alexánder Lukashenko, fue informado este viernes sobre la finalización de ejercicios de entrenamiento para una mejor coordinación de las unidades bielorrusas con las del Ejército ruso. Ambos países forman parte de un Estado de la Unión, que está desplegando e incrementando su agrupación regional conjunta de tropas en territorio bielorruso.
En los ejercicios participaron unidades de infantería mecanizada, unidades de tanques, fuerzas especiales y defensa aérea. Un general ruso reportó al jefe del Estado anfitrión que las tropas «están listas para llevar a cabo las tareas previstas» y le agradeció su asistencia, recoge el sitio web de la Presidencia bielorrusa.
Mientras, desde el Ministerio de Defensa de Bielorrusia declararon este viernes que la agrupación regional conjunta ya «está preparada para la protección del Estado de Unión».
En una reunión con soldados rusos en un polígono militar cerca de la ciudad de Baránovichi, en la provincia de Brest, el mandatario bielorruso señaló que ambas partes tendrán que seguir trabajando de esta manera. «Nuestros oficiales ayudan a que se capaciten aquellos que no han olido la pólvora y quienes necesitan recuperar la destreza», precisó, destacando la importancia del intercambio de experiencias.
«Tenemos una causa común», dijo Lukashenko.
Los planes y los fines conjuntos
El Ministerio de Defensa bielorruso anunció el jueves que tiene programado un simulacro aéreo táctico conjunto con una formación de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia.
Minsk indicó que el despliegue de la agrupación conjunta se está implementando «exclusivamente con la finalidad de reforzar la protección y la defensa» del Estado de la Unión, a partir de la situación que pueda surgir en las regiones colindantes.
El Consejo de Seguridad de Bielorrusia también declaró este viernes que la agrupación tendrá un carácter defensivo «para la protección de las fronteras occidentales del Estado de la Unión». Al respecto, el secretario de Estado del Consejo de Seguridad bielorruso, Alexánder Volfovich dijo que se trata de «uno de los elementos de disuasión estratégica» que «debe enfriar las cabezas enfebrecidas en Occidente».