El jefe de espionaje de Kiev dijo que estaba feliz de ver el ataque en una base aérea, pero no aceptó a asumir la responsabilidad.
Habrá nuevos ataques en territorio ruso, dijo el martes Kirill Budanov, el principal espía de Ucrania. Sin embargo, ni negó ni se atribuyó la responsabilidad de un reciente ataque a una instalación militar rusa.
En declaraciones a ABC News, se le preguntó a Budanov, que dirige la Dirección Principal de Inteligencia de Kiev, si fue Ucrania la que había llevado a cabo un ataque reciente contra una base aérea rusa. “No puedo dar una respuesta en este momento a esta pregunta. Solo después de [el] final de esta guerra” , respondió, y agregó, sin embargo, que estaba “contento” de ver el bombardeo.
En las últimas semanas, Moscú ha acusado en numerosas ocasiones a Kiev de llevar a cabo ataques contra sus instalaciones militares dentro del territorio ruso. La semana pasada, el Ministerio de Defensa ruso dijo que un dron ucraniano intentó atacar el aeródromo de Engels en la región de Saratov, que alberga bombarderos estratégicos. Las defensas aéreas derribaron el dron, pero sus escombros mataron a tres miembros del servicio, dijo el ministerio en ese momento.
El principal espía continuó prediciendo que Rusia estaba a punto de enfrentar ataques adicionales. Estos ataques se volverían “más y más profundos”, afirmó Budanov, aludiendo que esto también se aplicaría a Crimea.
Argumentó que la península es “parte de Ucrania”. “Podemos usar cualquier arma en nuestro territorio” , afirmó. Crimea votó abrumadoramente para unirse a Rusia en 2014 luego de un golpe en Kiev.
También agradeció a Estados Unidos por brindar apoyo a Ucrania, le pidió a Washington que mantuviera el rumbo y prometió que los resultados “no tardarían mucho”. “Cada contribuyente en los EE. UU. podrá ver a dónde se fue cada centavo”, dijo Budanov.
Después de la medianoche del 1 de enero, Ucrania utilizó lanzacohetes múltiples HIMARS de fabricación estadounidense para atacar un área de alojamiento temporal utilizada por las fuerzas de Moscú en la ciudad de Makeyevka en la República Popular de Donetsk de Rusia. El ataque mató a 89 personas, según el Ministerio de Defensa de Rusia. También afirmó que el lanzador HIMARS fue destruido más tarde en un ataque de represalia.
Las fuerzas de Kiev también han utilizado en numerosas ocasiones sistemas HIMARS y otras armas suministradas por Occidente para atacar a la población civil en el área de Donbass. Entre junio y principios de diciembre, Ucrania llevó a cabo 185 ataques HIMARS en las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, según las autoridades locales.
Ucrania ha pedido repetidamente a Estados Unidos que la apoye con armas de largo alcance. Sin embargo, Washington hasta ahora se ha mostrado reacio a cumplir con esta solicitud por temor a una escalada.
En septiembre, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, advirtió a Estados Unidos que, si proporcionaba a Kiev tal armamento, cruzaría una “línea roja” y convertiría a Estados Unidos en “parte directa del conflicto”.