Declaran los trabajadores, que si no se toman en cuenta sus pronunciamientos en 2023, continuarán desarrollando las huelgas.
El sindicato de trabajadores ferroviarios y de control fronterizo protagonizaron este miércoles el inicio de una nueva oleada de huelga en Reino Unido, exigiendo mejoras salariales y favorables condiciones de trabajo.
El sector ferroviario reclama un incremento salarial del siete por ciento para afrontar el elevado coste de la vida, pero plataformas locales puntualizan que la empresa Network Rail, propietaria de infraestructuras de la mayor parte de la red ferroviaria de Inglaterra, Escocia y Gales, solo ha ofrecido un 5 por ciento de aumento.
El paro tendrá lugar hasta el sábado 31 de diciembre y en diferentes aeropuertos londinenses ya se ha hecho sentir la movilización de los protestantes, entre ellos en Heathrow y Gatwick, así como los de Birmingham (centro de Inglaterra), Manchester (norte de Inglaterra), Cardiff (Gales) y Glasgow (Escocia).
Según señalan medios londinenses, para evitar el retraso en las terminales aéreas, el Gobierno británico ha desplazado a personal militar y funcionarios quienes están controlando lo relacionado con los pasaportes.
Los trabajadores, quienes no estuvieron de acuerdo con el aumento de sólo el dos por ciento frente al 10 que pedían, declaran que si en el año 2023 no se toman en cuenta sus pronunciamientos, continuarán desarrollando estas huelgas.
De igual manera, los trabajadores de limpieza de la red ferroviaria en Gran Bretaña se unieron a la huelga “para ganar un acuerdo salarial que podría ayudar con la crisis del costo de vida”.