El presidente de Serbia, en calidad de comandante en jefe supremo, ha ordenado poner al ejército serbio en alerta máxima de combate.
Las fuerzas armadas serbias fueron puestas en alerta máxima de combate por orden del comandante en jefe y presidente Aleksandar Vucic, dijo el ministro de Defensa, Milos Vucevic, a la agencia de noticias Tanjug .
«El presidente de Serbia, en calidad de comandante en jefe supremo, ha ordenado poner al ejército serbio en alerta máxima de combate…», dijo el ministro. «Nos eleva al más alto nivel de acciones, que el ejército serbio debe seguir para proteger la integridad territorial y la soberanía de Serbia y sus ciudadanos».
El ministro del Interior de Serbia, Bratislav Gasic, dijo: «De acuerdo con la orden del presidente y comandante en jefe supremo, Alexandar Vucic, he ordenado poner en alerta de combate total a todas las unidades del Ministerio del Interior».
El diario serbio Vecernje Novosti informó el lunes por la noche citando fuentes cercanas a una fuerza de mantenimiento de la paz dirigida por la OTAN en Kosovo (KFOR) que las autoridades de Kosovo no reconocido pusieron a sus tropas en alerta de combate total preparándose para una operación de desmantelamiento de barricadas en el norte de Kosovo y Metohija. Según el periódico, alrededor de 1.500 militares recibieron órdenes de permanecer en sus sitios de despliegue o al alcance de la mano para estar listos para una posible reubicación durante la noche.
El 25 de diciembre, los embajadores de los países Quinta (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia) exigieron al presidente serbio que retirara las barricadas en un plazo de 24 horas, amenazando con que de lo contrario no obstaculizarían los intentos del primer ministro kosovar Albin Kurti para resolver la situación por su cuenta. Kurti subrayó que el desmantelamiento de las barricadas en el norte de Kosovo puede implicar bajas y debe completarse lo antes posible.
La situación en Kosovo se intensificó abruptamente el 6 de diciembre, cuando las fuerzas especiales de Kosovo, acompañadas por patrullas de misiones de la UE, comenzaron a capturar edificios de comisiones electorales en el norte de la región. La población serbia se organizó y repelió a los kosovares, empujándolos más allá del río Ibar.
El 8 de diciembre, unos 350 policías kosovares invadieron la parte norte de la región poblada por serbios utilizando vehículos blindados y bloquearon la parte norte de Kosovska Mitrovica. El 10 de diciembre, la policía kosovar arrestó a Dejan Pantic, un ex policía serbio, bajo cargos inventados. En respuesta, la población serbia inició protestas masivas y bloqueo de carreteras en varios asentamientos.