La situación en la línea de frente en la zona del Donbás es grave y dolorosa, ha declarado este lunes el presidente de Ucrania Volodímir Zelenski.
En el hospital de la ciudad de Bajmut, en la región del Donbás, donde se intensificaron los ataques rusos, los soldados heridos están siendo tratados en condiciones difíciles.
«Bajmut, Kreminna y otras zonas de Donbás, ahora requieren la máxima fuerza y concentración. La situación allí es difícil, grave. Los ocupantes están utilizando todos los recursos de que disponen, y son recursos importantes, para lograr al menos algún avance. Y doy las gracias a todos nuestros hombres que mantienen sus posiciones con firmeza, se mantienen fuertes, y que, sin embargo, encuentran oportunidades no sólo para no perder nada, sino también para expulsar a los ocupantes, para ‘restarlos'», declaró el mandatario ucraniano.
Zelenski también dijo que la escasez de electricidad continúa y afecta a casi nueve millones de personas, pero el número y la duración de los cortes siguen disminuyendo gradualmente.
En la capital, Kiev, se recogió ayuda humanitaria para apoyar a los civiles de la ciudad de la liberada Jersón, que ha sido blanco de los ataques rusos y en donde también se vive una situación difícil. Se llevan productos alimenticios, ropa de invierno, juguetes y calefactores.
«En Kiev también nos estamos congelando, no hay electricidad, pero hay gente que está en condiciones más difíciles que nosotros», dice Kirill Mlinarich, residente de la capital.
A medida que el conflicto en Ucrania entra en su undécimo mes, cada vez más empresas, no solo en la propia Rusia, sino también en la anexionada Crimea, reorientan su producción para satisfacer las necesidades del ejército, tanto voluntariamente como por orden del Estado.
Los empleados de la fábrica de ropa de Sebastopol empezaron a coser ropa interior térmica para los militares rusos que participan en la llamada «operación militar especial» y que también se están congelando.