La Industria europea apuesta por los aviones del futuro


Los fabricantes de aviones mantienen hoy su mirada en el futuro de este medio de transporte, pese a los problemas enfrentados con situaciones como la Covid-19 y la falta de combustible.

Luego de la salida de circulación del avión Concorde, quedó un vacio que los científicos y fabricantes esperan llenar en el menor tiempo posible, en materia de aparatos supersónicos.

El avión Concorde significó para la aeronáutica todo un mito, pero llegó el momento de desactivarlo, mientras se esperaban nuevas versiones de ese gigante, que nunca llegaron.

La jefa de azafatas de Air France, Joelle Cornet-Temple, mostró en su momento nostalgia al respecto al decir que se trataba de un avión mágico, que generaba un placer indiscutible para viajar y volar.

El Concorde constituyó uno de los primeros aviones civiles supersónicos que surcó los cielos de 1976 a 2003, y transformó la imagen de los viajes en todo un estilo.

Esa fue la nave más conocida, aunque existía otro aparato que rompió la velocidad del sonido, el Tupolev Tu-144 de la Unión Soviética, y que voló hasta 1999.

Ahora, los centros de investigación dan vida a nuevos aviones para sustituir a ese par de colosos y de paso motivar la comercialización de modernos aparatos.

En la lista de novedades se encuentra el Lapcat-II, diseñado por técnicos europeos que alcanzará velocidades de crucero ocho veces mayores a la del sonido (ocho mil 500 kilómetros por hora) para transportar personas de Bruselas a Sídney en dos horas y 55 minutos.

Durante la Conferencia de Aviones Hipersónicos del American Institute of Aeronautics and Astronautics (AIAA), que se llevó a cabo en Glasgow, Reino Unido, en julio de 2013, un informe presentó al Lapcat-II.

El reporte señaló que las primeras pruebas sugirieron que el diseño sería menos dañino para el medio ambiente, tan seguro y casi igualmente costoso que los actuales aviones de larga distancia.

Sin embargo, sobre el tapete está el tema del combustible, dado los vaivenes de los mercados y los inestables precios, apuntan comentarios de expertos.

Johan Steelant, ingeniero investigador senior de la Agencia Espacial Europea (AEE) y coordinador del Lapcat-II está enfrascado en la prueba de dos prototipos de esos aparatos.

En Estados Unidos, por su parte, trabajan con el aparato de la firma Aerion, con la finalidad de poner aviones supersónicos a disposición de clientes solventes.

Spike Aerospace, otra compañía estadounidense, tiene planes de lanzar un negocio similar de aviones de pasajeros, supersónicos, con pantallas de video internas conectadas a cámaras externas en vez de ventanas.

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