Ecuador cierra 2022 con una alta tasa de inseguridad y con varias crisis en lo político, lo social y lo institucional, en gran medida provocadas por la gestión gubernamental, afirmó la socióloga Carol Murillo.
En diálogo con Prensa Latina, la profesora de la Universidad Central del Ecuador reflexionó sobre cómo la nación vive ahora las consecuencias de un cambio del modelo de desarrollo debido a la aplicación de un proyecto de carácter neoliberal.
Las actuales relaciones con organismos como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial condicionan muchas de las cosas que hace el gobierno para garantizar los préstamos, señaló Murillo.
Enfatizó que eso trae como consecuencia el crecimiento de cinturones de pobreza y pocas oportunidades, lo cual conduce en muchos casos a que niños y jóvenes, principalmente, se sumen a bandas criminales en busca de ingresos.
El nivel de violencia en Ecuador escaló hasta el punto de que hubo 18 atentados con explosivos en cuatro ciudades diferentes en tan solo 24 horas durante la madrugada del 1 de noviembre.
Las masacres carcelarias, iniciadas en 2021, continuaron en los últimos 12 meses y costaron la vida a más 400 internos en esos centros penitenciarios, es decir, bajo la custodia del Estado.
Preocupante también es que al menos 146 niños, niñas y adolescentes fueron víctimas de homicidios intencionales y 24 víctimas colaterales de la violencia durante 2022.
El número de asesinatos este año asciende a más de tres mil 500, según cifras oficiales, debido a la guerra de cárteles nacionales e internacionales por el control del narcotráfico y la ineficiente respuesta estatal a esa cuestión, estiman analistas como Murillo.
Los expertos consideran que medidas como el estado de excepción, aplicado por quinta vez en noviembre en tres provincias del país para frenar la delincuencia, es ineficaz si no se actúa sobre las verdaderas causas de la escalada de violencia con políticas públicas integrales.
ENMIENDA Y CONSULTA POPULAR
El presidente, Guillermo Lasso, pretende enfrentar el crimen organizado mediante dos vías que implican cambios legislativos.
Por un lado, presentó ante la Asamblea Nacional una propuesta de enmienda constitucional con la cual pretende modificar el rol de las Fuerzas Armadas, para que intervengan en el orden interno sin necesidad de declarar estados de excepción.
Por otra parte, el Ejecutivo impulsa una consulta popular que se realizará el 5 de febrero de 2023 y, entre otras cuestiones, someterá al voto preguntas sobre la extradición de ecuatorianos que cometieron crímenes transnacionales.
Ambas propuestas reciben críticas por parte de los observadores, pues ya vio la participación del Ejército en acciones contra el crimen y a largo plazo no resulta, debido a que la violencia continúa.
El principal problema es que el gobierno no se preocupa por la descomposición social provocada por sus acciones, las cuales crean condiciones para el narcotráfico y el consumo de sustancias ilícitas, aseveró la profesora Murillo.
Independientemente de las causas que conllevan a la actual situación de inseguridad, queda claro que cada vez que ocurre una descomposición social así en una sociedad latinoamericana es porque detrás está un gobierno de derecha en busca de privilegiar sus negocios, valoró la socióloga.
EEUU, RELACIÓN CADA VEZ MÁS CERCANA
Sobre la relación con Estados Unidos, de donde regresó Lasso recientemente tras dialogar allí con su homólogo Joe Biden y otros representantes de ese gobierno, el jefe del ejecutivo ecuatoriano señaló que los nexos bilaterales se profundizan y van más allá de lo económico.
No solo podemos valorar ese vínculo económicamente, sino como algo estratégico, porque Washington está con Ecuador en la lucha contra el narcotráfico, un problema para el cual demandamos el apoyo internacional.
Muestra de ese acercamiento fueron las frecuentes visitas a Quito de altos funcionarios de la Casa Blanca durante la segunda mitad del año.
Lasso recibió a Christopher J. Dodd, asesor especial de Biden para las Américas; al secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas; a una delegación bipartidista de senadores norteamericanos; a la jefa del Comando Sur, general Laura Richardson; y la subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos, Victoria Nuland.
De acuerdo con analistas, Ecuador significa hoy un enclave de interés para el gobierno estadounidense teniendo en cuenta los cambios políticos en la región.
Sin embargo, para el exvicecanciller ecuatoriano Fernando Yépez la vergonzosa y servil sumisión del gobierno del presidente Guillermo Lasso a los intereses y visiones de Washington no tiene límites.
En esa misma línea, la profesora Carol Murillo comentó a esta agencia que un país soberano no permitiría que el embajador estadounidense denuncie la existencia de narcogenerales sin decir quiénes son y cuestione el sistema judicial nacional.
Tal parece que regresamos a la época colonial donde rendimos cuentas a esas intervenciones poco diplomáticas, eso sería inaceptable para cualquier otro país, sin embargo, aquí lo aplaudimos por supuestamente venir a decirnos las verdades, expresó la docente.
LAS CRISIS DE ECUADOR
Ecuador cierra 2022 peor de lo que comenzó, subrayó Murillo, quien lamentó ver cada vez más niños en las calles, mayor pobreza y desesperanza.
Además de los problemas políticos y económicos que repercuten en lo social, y la inseguridad, vivimos una crisis institucional, insistió la analista.
En su opinión, hay un irrespeto a la institucionalidad por parte del gobierno de Guillermo Lasso y de un sector de la Asamblea Nacional, que actúan como mercenarios del Ejecutivo a cambio de dinero o cargos.
La única esperanza que tenemos está en las próximas elecciones seccionales de febrero, cuando esperamos mediante el voto detener el caos con autoridades locales y regionales de oposición al gobierno nacional, para por lo menos así equilibrar el desastre existente, expresó.