Washington está inventando excusas para preservar su “hegemonía”, dijo Beijing
Washington exagera intencionalmente la “amenaza de China” como una excusa para aumentar su gasto militar en un esfuerzo por mantener su dominio global, dijo el Ministerio de Defensa chino en un comunicado el sábado, después de que el presidente Joe Biden firmara la Ley de Autorización de la Defensa Nacional de EE. UU. de 2023. ley.
“Los hechos han demostrado más de una vez que Estados Unidos es la amenaza directa al orden internacional y el culpable de la turbulencia regional”, dijo el portavoz del ministerio, el coronel Tan Kefei.
La declaración continuó afirmando que, en la búsqueda de sus propios intereses, EE. UU. en múltiples ocasiones “libró guerras contra otros países o creó conflictos, causando bajas masivas y el desplazamiento de civiles inocentes”.
El presupuesto militar estadounidense de 858 000 millones de dólares para el año fiscal 2023, que autorizó 10 000 millones de dólares en asistencia de seguridad y adquisición acelerada de armas para Taiwán, es otro de una serie de medidas provocativas que “ponen en serio peligro la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán y aumentan la riesgo de confrontación militar entre China y Estados Unidos”.
El Ejército Popular de Liberación de China prometió además “salvaguardar resueltamente la reunificación nacional y la integridad territorial del país”, advirtiendo que Washington no tiene otra opción que “respetar los intereses fundamentales y las principales preocupaciones de China”.
La isla de Taiwán se ha autogobernado desde 1949, pero nunca declaró oficialmente su independencia de Beijing, y China la considera parte de su territorio. Las tensiones entre Beijing y Taipei han sido altas desde la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán en agosto.
Washington debe abandonar su “viejo truco de intimidación unilateral” que juega con Beijing, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, al secretario de Estado de los EE. UU., Antony Blinken, en una llamada telefónica a principios de esta semana. “No ha funcionado con China en el pasado, ni funcionará en el futuro”.