Argentina protesta al Reino Unido por maniobras en Malvinas y su intención de enviar a siete tropas de las Fuerzas de Seguridad de Kosovo a las Islas en disputa.
Mediante un comunicado emitido este jueves, el ministro de Asuntos Exteriores de Argentina, Santiago Cafiero, ha expresado su “firme protesta” y “contundente rechazo” a la idea del Reino Unido de “introducir nuevos actores militares” en Malvinas, en referencia a la posible presencia de soldados provenientes de Kosovo.
En el mismo contexto, la Cartera argentina, ha anunciado esta misma jornada que convocó en la tarde del martes (6 de diciembre) a la embajadora del Reino Unido en Buenos Aires, capital argentina, Kirsty Hayes, a fin de transmitirle la postura del Gobierno argentino y recordar que Malvinas es “parte integrante del territorio argentino ilegítimamente ocupado por el Reino Unido”.
Según la prensa, el Parlamento de Kosovo habría decidido enviar a las islas Malvinas hasta siete miembros de las Fuerzas de Seguridad (KBS, por sus siglas en inglés) en una “operación de apoyo a la paz” de conformidad con un acuerdo suscrito con el Reino Unido para incorporar personal del ejército de infantería británico en Malvinas.
Esta iniciativa militar en las Islas Malvinas, tal y como detalla la Cancillería argentina, contraviene la resolución 31/49 de la Asamblea General de Naciones Unidas, que insta a Argentina y el Reino Unido a abstenerse de tomar decisiones unilaterales que entrañen modificaciones en la situación mientras existe una negociación.
En otro acto provocativo, el 23 de noviembre, la princesa británica Ana, hermana del rey Carlos III, y su esposo, el vicealmirante Timothy Laurence, visitaron las Malvinas. Este viaje fue calificado por el Gobierno argentino como un ejercicio de la “ocupación ilegal” de su suelo.
Desde 1833, Buenos Aires y Londres se ven enfrentados en una disputa territorial sobre las Malvinas. El conflicto causó una guerra de 74 días en 1982, en que murieron 649 soldados argentinos y otros 255 británicos. Desde entonces, Argentina ha reivindicado la soberanía sobre las islas en distintos foros internacionales y ha instado a Londres a negociar para resolver la disputa.