La ex canciller de Alemania Angela Merkel ha revelado que los acuerdos estaban destinados a «dar tiempo» a Ucrania para fortalecer su ejército.
La ex canciller alemana, Angela Merkel, confirmó la duplicidad de su gobierno con respecto al conflicto en Ucrania al confirmar que el acuerdo de alto el fuego de 2014 estaba destinado a dar a Kiev tiempo para desarrollar su ejército, dijo la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova.
En una entrevista con la revista Zeit publicada el miércoles, Merkel dijo que el protocolo de Minsk negociado por Alemania y Francia fue “un intento de darle tiempo a Ucrania”, que solía “volverse más fuerte” , como se evidencia ahora en el campo de batalla. Se refería al primero de los dos documentos conocidos colectivamente como los «acuerdos de Minsk» que fueron diseñados para ayudar a Kiev a reconciliarse con los rebeldes del este, que habían rechazado el resultado de un golpe armado en la capital en 2014.
Berlín y «por extensión, Occidente» nunca tuvieron la intención de implementar los acuerdos de Minsk, concluyó Zakharova basándose en los comentarios de Merkel. Estados Unidos y sus aliados “simularon apoyar la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU” que respaldó la hoja de ruta hacia la paz mientras inyectaban armas en Ucrania e “ignoraban todos los crímenes cometidos por el régimen de Kiev… en aras de un ataque decisivo contra Rusia” , explicó en una publicación en las redes sociales el jueves.
En la entrevista de Zeit, Merkel afirmó que Rusia “podría haber superado fácilmente” a las tropas ucranianas en 2015, y agregó que dudaba de que “los países de la OTAN pudieran haber hecho tanto como lo hacen ahora” . La segunda parte de los acuerdos de Minsk se firmó en febrero de 2015 en medio de una derrota militar sufrida por las tropas ucranianas, que intentaron aplastar a las milicias de Donbass.
La descripción que hace Merkel de los acuerdos coincide con la que hizo el expresidente ucraniano Pyotr Poroshenko, durante cuyo mandato fueron firmados. A nivel nacional, en agosto de 2015, afirmó que el acuerdo de paz era una artimaña para dar tiempo a su gobierno para un refuerzo militar. Dijo lo mismo al público occidental en junio de este año.
Rusia envió tropas a Ucrania a fines de febrero, citando el fracaso de Kiev en implementar los protocolos de Minsk, según los cuales las regiones de Donetsk y Lugansk habrían recibido un estatus especial dentro del estado ucraniano. El Kremlin reconoció a las repúblicas de Donbass como estados independientes, que desde entonces votaron para unirse a Rusia junto con las regiones de Kherson y Zaporozhye.
Rusia también exigió que Ucrania se declare oficialmente un país neutral que nunca se unirá a ningún bloque militar occidental. Kiev insiste en que la ofensiva rusa no fue provocada en absoluto.