El primer ministro británico, Rishi Sunak, y el presidente de EE.UU., Joe Biden, acordaron una nueva asociación energética que incluye un aumento de los suministros de gas desde el país norteamericano a Reino Unido durante el próximo año para «aumentar la seguridad energética y reducir los precios».
Bajo el acuerdo se enviarán al menos entre 9.000 y 10.000 millones de metros cúbicos de gas natural licuado (LNG) en 2023, cantidad que duplicará las exportaciones de 2021 y equiparía el volumen récord que los productores estadounidenses entregaron a Reino Unido este año, detalla Bloomberg.
La iniciativa conjunta busca «reducir la dependencia global de las exportaciones de energía rusas, estabilizar los mercados energéticos e intensificar la colaboración en eficiencia energética, energía nuclear y energías renovables», señala un comunicado del número 10 de Downing Street.
Asimismo, ambas naciones planean colaborar para acelerar iniciativas ecológicas como la descarbonización de la industria aeroespacial y el desarrollo de tecnologías sostenibles para el combustible de aviación, así como impulsar el mercado de vehículos eléctricos y desarrollar electrodomésticos de bajo consumo.
«Tenemos los recursos naturales, la industria y el pensamiento innovador que necesitamos para crear un sistema mejor y más libre y acelerar la transición hacia una energía limpia», declaró Sunak, subrayando que esta asociación «reducirá los precios para los consumidores británicos».
A diferencia de otros países de Europa, Reino Unido no depende del gas ruso, pues dispone de suministros noruegos y aprovecha también su propia producción. Sin embargo, la competencia por el hidrocarburo, agravada luego de las sanciones a Rusia por el conflicto en Ucrania y la llegada de la temporada de frío, expone al país a una crisis que amenaza con extenderse más allá del invierno.