El fundador de la quebrada criptobolsa FTX, Sam Bankman-Fried, está siendo investigado por la posible manipulación de dos criptomonedas, que podría haber causado el colapso de estas y la posterior implosión de su propio emporio el mes pasado.
Los fiscales estadounidenses están analizando si el empresario interfirió en los precios de TerraUSD y Luna, dos criptomonedas entrelazadas, para beneficiar a compañías que controlaba, como FTX y Alameda Research, revelaron dos personas conocedoras del asunto a The New York Times.
La pesquisa se encuentra en su etapa inicial y se desconoce si los investigadores han encontrado pruebas de actividades ilícitas realizadas por Bankman-Fried con ese fin.
Según el reporte, Bankman-Fried dijo en una declaración que «no estaba al tanto de ninguna manipulación de mercado ni intentó implicarse nunca en manipulación de mercado alguna», asegurando que, a su entender, «todas las transacciones eran para la inversión o cobertura».
El escrutinio es parte de una investigación más amplia llevada a cabo por reguladores de Estados Unidos y Bahamas, donde tiene su sede FTX, sobre el papel de sus ejecutivos en el colapso de la criptobolsa y la supuesta malversación de miles de millones de dólares de fondos de los clientes.
TerraUSD fue una criptomoneda estable cuyo valor estaba apegado mediante un complejo sistema de algoritmos a otra moneda digital, Luna, que compensaba las fluctuaciones del precio de la primera a través del volumen en circulación y la demanda de los participantes.
En mayo pasado, el mercado vio una afluencia inhabitual de pedidos de venta para TerraUSD que parecía provenir de una de las empresas de Bankman-Fried, según una persona conocedora del sector citada por el diario neoyorquino. La fuente señala que esa compañía apostó por el descenso de la moneda vinculada, Luna, lo que habría generado unas fuertes ganancias, de haber tenido éxito este esquema.
Sin embargo, por razones todavía investigadas, el ecosistema de ambas monedas quedó destruido, causando caos en el mercado, dejando a varias grandes empresas de la industria en quiebra y evaporando cerca de un billón de dólares en la capitalización del criptomercado.
El efecto dominó generado por este caos causó problemas de liquidez en Alameda Research, que tuvo que utilizar fondos de FTX para pagar préstamos. El mes pasado, la retirada de depósitos de FTX puso en evidencia un agujero de 8.000 millones de dólares en las cuentas de la criptobolsa, llevando al desplome del emporio de Bankman-Fried y al comienzo de un trámite de quiebra el 11 de noviembre.