El ex primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, firmó un acuerdo de coalición con el partido ultraortodoxo Judaísmo Unido de la Torá, en un nuevo paso para formar gobierno.
Benjamín Netanyahu, que ganó las últimas elecciones de Israel, firmó la noche del martes (6.12.2022) un acuerdo de coalición con el partido ultraortodoxo Judaísmo Unido de la Torá, otorgándole el Ministerio de Asuntos de Jerusalén y Patrimonio, un pacto más en la carrera para formar el nuevo Ejecutivo.
«Se llegó a un acuerdo y firma de papeles con Judaísmo Unido de la Torá (JUT) y mañana (miércoles) habrá una reunión sobre los temas fundamentales», indica un comunicado del partido derechista Likud, que lidera Netanyahu, difundido hacia la media noche.
Se espera que la reunión de este miércoles podría tratar sobre el espinoso tema de la subvención estatal de la educación religiosa ultraortodoxa.
Según la prensa local, Netanyahu otorgará al JUT el control del Ministerio de Construcción y Vivienda -con el jefe de la facción Yitzchak Goldknopf a cargo- y la presidencia del Comité de Finanzas del Parlamento -que ocuparía el legislador haredí Moshe Gafni-.
El partido también controlará el Ministerio de Asuntos de Jerusalén y Patrimonio, recibirá varios puestos de viceministro y controlará un puñado de comités parlamentarios.
Netanyahu ganó las elecciones del 1 de noviembre y logró acaparar 64 de los 120 escaños de la Knéset (Parlamento) gracias a su coalición de fuerzas ultraderechistas con los partidos Sionismo Religioso del ultranacionalista Bezalel Smotrich, Poder Judío del racista antiárabe Itamar Ben Gvir, Noam del homófobo Avi Maoz y los dos partidos ultraortodoxos: JUT y Shas.
Con todos ellos, excepto Shas, Netanyahu ha sellado acuerdos de coalición para formar su nuevo Ejecutivo, el más derechista y religioso de la historia de Israel, una tarea cuyo plazo vence el 11 de diciembre.
Sin embargo, se espera que el ex primer ministro, quién ya gobernó Israel durante 15 años, pida al presidente del país, Isaac Herzog, una extensión del plazo de dos semanas, mientras allana el terreno jurídico para materializar los pactos de coalición.
El bloque de Netanyahu consiguió que el pleno de la Knéset elija el próximo lunes a un nuevo presidente parlamentario: el objetivo, cambiar varias leyes, ya que algunos de los nombramientos ministeriales previstos y los compromisos con los partidos de la coalición entrante requieren cambios en la legislación vigente.
Los expertos aseguran que el bloque busca promover, entre otras, una legislación que permita a las personas condenadas y sentenciadas a libertad condicional ejercer como ministros.
El líder ultraortodoxo del partido Shas, Aryeh Deri, quien aspira a ejercer como ministro de Sanidad e Interior, tiene una condena por fraude fiscal.
También se espera que la nueva coalición apruebe la llamada cláusula de anulación, que permitiría a los miembros de la Knéset volver a promulgar una legislación anulada por el Tribunal Supremo. Entre otras cosas, esta cláusula podría impedir cualquier impugnación legal del nombramiento ministerial de Deri.
Los críticos han advertido de que una cláusula de anulación alteraría gravemente la separación del poder Judicial y Legislativo, mientras que el extremismo del Ejecutivo entrante ha desatado temores y críticas al interior del país y en el extranjero.
Se espera que Herzog acceda a dar más tiempo a Netanyahu para formar Gobierno, aunque podría darle menos de dos semanas.
El ministro saliente de Justicia, Gideon Sar, pidió el martes al presidente que rechazara cualquier petición de prórroga, alegando que Netanyahu ya había terminado de formar su coalición y que sólo estaba retrasando el anuncio para aprobar «leyes problemáticas».