Los disturbios fueron provocados por un supuesto esquema de corrupción que implica el suministro de carbón robado a China.
Los disturbios masivos golpearon la capital de Mongolia, Ulaanbaatar, el lunes, cuando los manifestantes irrumpieron en el palacio de gobierno y atacaron a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley. Las protestas se suceden en la ciudad desde hace tres días, mientras las autoridades investigan un presunto robo masivo de carbón exportado, pero hasta ahora no se tornaron violentas.
Las imágenes que circulan en línea muestran a decenas de personas manifestándose frente al palacio de gobierno en el centro de Ulaanbaatar, exigiendo transparencia en la investigación del escándalo del carbón y nombrando públicamente a los sospechosos. Se vio a los manifestantes portando pancartas que decían «No roben nuestro futuro» y «Vivamos una vida justa y hermosa en Mongolia».
Según los informes, un árbol de Navidad instalado frente al edificio fue incendiado durante los disturbios, según muestran imágenes no verificadas disponibles en línea. Los manifestantes irrumpieron brevemente en el propio edificio, accediendo a él por la entrada principal, pero se toparon con una barricada policial una vez dentro.
Algunos de los manifestantes fueron filmados peleando con agentes del orden dentro del edificio, y varios de ellos fueron detenidos brevemente luego de la escaramuza, informaron los medios de comunicación locales. Según los informes, al menos seis policías y cuatro manifestantes resultaron heridos en los enfrentamientos.
Las autoridades de la ciudad supuestamente emitieron una orden para dispersar a la multitud por la fuerza, y el parlamento del país convocó una sesión extraordinaria para evaluar la situación. Dicho esto, el gobierno del país también ha creado un grupo de trabajo para abordar las demandas de los manifestantes, instando a los ciudadanos descontentos a entablar un diálogo en lugar de recurrir a la violencia.
“Actualmente, unos 15 funcionarios están bajo investigación. Se está investigando a representantes del gobierno, ministerios y departamentos”, dijo Amarbayasgalan Dashzegve, secretario general del gobernante Partido Popular Mongol y jefe del grupo de trabajo.
La policía de Ulaanbaatar sugirió que los ex gerentes de la empresa estatal de exportación de carbón de Mongolia podrían haber estado detrás de los disturbios, tratando de conducirlos a la violencia a través de las redes sociales.
“La antigua gerencia de Erdenes Tavan Tolgoi, que está siendo investigada por el robo de carbón, aprovechó las manifestaciones y recurrió a las redes sociales para involucrar a sus empleados y ciudadanos en reuniones, creando un caos público”, afirmó la policía.
Según informes de los medios, se sacaron de contrabando del país unas 6,5 millones de toneladas de carbón bajo el presunto esquema de corrupción, y una gran parte de eso se dirigió a la vecina China sin pasar por la aduana. Se estima que el carbón robado tiene un valor de unos 1.800 millones de dólares.