Londres sopesa usar a las fuerzas del Ejército para mantener en funcionamiento los servicios públicos ante la oleada de huelgas que sectores vitales anuncian.
El presidente del Partido Conservador del Reino Unido, Nadhim Zahawi, indicó que el Gobierno prevé contar con la ayuda del Ejército para mantener los servicios públicos en funcionamiento, si los trabajadores de áreas clave, incluido el Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés), se declaran en huelga.
“Nuestro mensaje a los sindicatos es que este no es momento de huelga, es momento de tratar de negociar”, subrayó para después resaltar la importancia de que el Gobierno tenga planes de contingencia.
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El Reino Unido está envuelto en una crisis por la inflación rampante. Varios sindicatos se están preparando para acciones de protesta antes de Navidad. En el año del curso, numerosos empleados de los sectores público y privado, desde abogados hasta personal de tierra de aeropuertos, han realizado huelgas, mientras que el país enfrenta su inflación más alta y la peor crisis del costo de vida en generaciones.
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Londres rechazó recientemente las solicitudes de los trabajadores de mejores salarios, después de que los trabajadores de ambulancias y el Servicio Nacional de Salud se unieran a las enfermeras para votar a favor de la huelga. El Gobierno ha pedido repetidamente a los trabajadores que detengan tal medida, diciendo que no puede permitirse aumentos salariales para atajar la inflación y que, incluso si pudiera satisfacer sus demandas, esos aumentos catapultarían la inflación.
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El Gobierno británico ha advertido sobre un invierno desafiante, si los servicios dejan de trabajar, además de elaborar planes para usar las unidades militares a fin de cubrir las labores de bomberos y otros trabajadores.
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Se ha cumplido poco más de un mes desde que Rishi Sunak asumió el cargo de primer ministro del Reino Unido. Casi 300 000 trabajadores del Servicio Nacional de Salud podrían unirse a las huelgas. Doctores, paramédicos, comadronas, fisioterapeutas y hasta los 15 000 conductores de ambulancias podrían adherirse en última instancia, en el caso de estos últimos será la primera huelga desde 1990.