Los bareiníes salen a la calle para condenar la visita del presidente israelí, Isaac Herzog, a su país, y la normalización de lazos con el régimen sionista.
Acompañado de una amplia delegación de ejecutivos en el ámbito económico e industrial, Herzog ha partido este domingo a Baréin para reunirse con el ministro de Exteriores y el rey bareiníes, Abdul Latif Rashid al-Zayani y Hamad bin Isa Al Jalifa, respectivamente.
Entretanto, decenas de bareiníes han marchado en distintas partes del país para expresar su rechazo al viaje del responsable israelí a Manamá (la capital) y han expresado su solidaridad con el pueblo palestino y exigido la expulsión de los sionistas de su país.
Los manifestantes han coreado consignas como “la normalización es una traición”, “Baréin es el cementerio de los sionistas” y “no aceptamos la humillación”, portando pancartas y banderas en las que se leían frases como “Muerte a Estados Unidos” y “Muerte a Israel”.
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El viaje de Herzog representa la primera visita de un presidente del régimen israelí a Baréin, país con el que normalizó relaciones diplomáticas hace dos años bajo la mediación de Estados Unidos.
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La normalización de lazos de Baréin con el régimen de Israel no tendrá nada más que inestabilidad en la región de Asia Occidental, dice un analista.
De hecho, el régimen de los Al Jalifa normalizó lazos con el régimen israelí en agosto de 2020, en el marco de un acuerdo negociado por EE.UU. Esta polémica decisión convirtió a Baréin en el cuarto país árabe, y el segundo del Golfo Pérsico, en establecer relaciones diplomáticas plenas con Israel, tras los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Egipto (1979) y Jordania (1994). Tras ello, Sudán y Marruecos firmaron también los pactos similares con el régimen israelí.
Pasados dos años desde el acercamiento entre Manamá y el régimen de Tel Aviv, la nación bareiní sigue objetando la normalización, acusando a los Al Jalifa de “traicionar” a los palestinos y a todo el mundo musulmán.
Los Al Jalifa han optado por cerrar los ojos ante la larga lista de crímenes que ha cometido y sigue cometiendo Israel contra los palestinos desde la creación de dicho régimen en 1948. Los activistas y opositores bareiníes, a su vez, han protestado en repetidas ocasiones en diferentes partes del país árabe para expresar su repudio a la normalización de lazos con el régimen usurpador de Tel Aviv.